RECORDANDO EL AYER : Por Juan López Docón
Este es un blog sobre la historia de Hellín,pedanias y pueblos de alrededor, atraves de articulos,entrevistas ,colaboraciones de otras personas y reportajes de fotos y videos....y muchos más. Queda prohibido la reproducción total del texto y las fotografias de este blog , sin previo permiso por escrito al director de este blog
Ahora les vuelvo a poner este articulo que publiqué en el blog de Recordado el ayer el martes, 19 de agosto de 2008.
"Fallece Mariano Tomás en Julio de 1957"
En la primera imagen vemos la casa donde residia y nació el ilustre Hellinero Mariano Tomás López, esta segunda imagen es de cuando era joven ( fotografías de A.Moreno García)
Hellín se viste de luto por la triste noticia de la perdida de su paisano Mariano Tomás, natural de esta ciudad .
Nació el 20 de agosto de 1890 y falleció el 1 de Julio de 1957.
En el año 1935, colocaron una placa en la casa, en la que el pueblo le hacia homenaje hacia su persona .
Fue una persona muy vinculada a la literatura , teatro ,tocando diversos géneros : novela, cuento, prosa, verso, poesía y artículos...
Mirando en mí archivo he conseguido rescatar un articulo de Mariano, encontrado al parecer dicho en el libro escrito por su nieta Susana Tomás en la propia mesa de su despacho.
Nos deja el 1 de Julio de 1957 a los 67 años. Los medios de comunicación hicieron eco de esta triste y luctuosa noticia ,prácticamente salió en todos los periódicos como :ABC, El Noticiero Universal, Madrid, Pueblo, Ya, El Alcázar Informaciones , Albacete, Arriba , Dígame , España, ...y otros mucho medios más en donde salió la triste crónica.
Como menciono con anterioridad he dicho el último trabajo realizado por este Hellinero el cual es el siguiente :
“LO QUE SE MERECE Y LO QUE SE ALCANZA"
Con frecuencia sucede que nos arrebatan lo que consideramos nuestro, y, en más contadas ocasiones, que llegamos a reconocer en otra persona el derecho a disfrutar de lo que hemos alcanzado.
Para comprender esto último son necesarios una altura de espiritu y un desprendimiento de las apariencias humanas que roce el manto de la santidad ó se vista con la toga de la más pura filosofía.
No so tiémpos de bienaventurados, ni estoicos, y , por ello será dificil encontrar a quien le pese un premio que logro atropellando los méritos más altos de sus estimulos.
Pero si esto fuera posible, una pregunta ¿Cuál a de ser la amargura sentida, y más honda ?¿ Sí la de aquel dolido de la injusticia que se cometió en su propio daño? ó la del avergozado por la recompensa que no mereció. Yo creo, aunque parezcaesencialmente inverosimil ó sustancialmente paradójico, que, si llega hacerse más agudo el sufrimiento por el bien ganado sin causa que por lo perdido si razón.
Porque lo que se perdió ó nos arrebataron se puede encontrar se pude encontrar otra vez ó es fácil olvidarlo con los días y no sentir nuevo deseo de ello , y, así ya esta curada la herida ; pero lo que nos concedió por gracia ó por fortuna inesperada ,ó , en más dilatadas proporciones , porque suplieron nuestro ruegos ,nuestro andancia ó inoportunidades a nuestro méritos ,no podemos desprendernos ya que nunca , pues esta no solo en nuestra memoria sino en la de los demás ó en los escritos que nos atañen y se sabe que lo alcanzamos con intrigas y no con virtudes.
Si tuviéramos suficiente altura de pensamiento ó la necesaria claridad de juicio para comprender que se nos hizo merecer el premio por una labor que nos llevamos a buen termino estiramos más honda amargura por esto , que la sufrida a consecuencia de la injusticia que nos pospuso a un rival de méritos menores No nos avergonzamos porque sepan la gente que tuvimos la desdicha de que se nos arrebatasen algo nuestro con astucias ó violencia, mientras que la humillación y mientras el sonrojo seria perpetuos sin nos obligaran a lucir sobre nuestra persona una joya de la que públicamente, se conoce el camino deshonesto por que llegó hasta nosotros .
Se repiten en todos los estado y en todas latitudes el ascenso inmerecido tanto en el orden de las dignidades y de los honores como en el provecho material y me pregunto,si el favorecido se ha de encontrar en la postura que lo colocara sobre quien mostró más señaladas condiciones.
Dependera de su sensivilidad, pero es raro que se sienta malestar ,ni vertigo al mirar hacia abajo y ver a sus pies la virtud no reconpensada ,generalmente ,y hasta universalmente, estos emcunbrados tinen pie seguro y cabeza no procesan al mareos y seguiran pisando firme en el camino hacia la más elevada cimas. Es a los que se quedaron rezagados aquienes les cumple no desmayar y perseverar en su empeño y han de andar hacia un fin cualquiera procurar que no les acongoje la vista de los que pasan la vista raudos que adelantara a ellos, aunque no se expliquen la razón de esa velocidad en la marcha de los otros.
Deben pensar que si hay culpa en esto, es culpa de ellos mismos y de que fueron menos ingeniosos ó se dejaron vencer por la perez y que todo se logra merecidamente ,aun lo inmerecido, porque se puso en ello la voluntad del triunfo,que es lo que a los vencidos falto ó les sobraron escrupulos, y desdenes; sean visicitudes ó vicios ,estos último no deja de ser quebradas y de rocas de las que no faltan en cualquier camino que se emprenda, sobre las que hay que saltar con liguerezas sin mediar obstaculos.
Estoy seguro ,é imaguinense otra cosa seria ingenuidad excesiva, de que es más frecuente la tristeza del que se ve desposeido de que considera su bien propio ; pero decir frecuete,no es decir hondo, porque si alguien se creyera por un instante en posesió de la joya que no llego a sus manos honradamente y se viera obligado a mostrarla de contino, acabaria por cortarse el dedo ó ensombrecele el pecho donde brilla y resplandece lo mal adquirido.
Deberia ser amargura mas sentida la del avergonzado por la recompensa que no mereció, que la del dolido de injusticias; pero lo inprobable sino lo imposible , es hallar una luz tan clara que no demuestre nuestra falta de esos merecimientos porque hoy, en lo días que corren no hay persona alguna que se considere de dignas del premio que reciben y que no apetezca aun más de lo que se otrogan.
Este fue el artículo de Mariano Tomás encontrado en la mesa de su despacho, otro genio hellinero que ha fallecido pero del cual de hecho se sigue hablando.
Don José Precioso Roche (Fotografía archivo Antonio Moreno Garcia).
