martes, 15 de noviembre de 2022

Una entrevista a Doña Sara de la mancha. Juan López Docón.


Una entrevista a Doña Sara de la mancha











Desde que la legendaria estrella española Sara Montiel dejó el cine, en la década de 1970, se presenta con regularidad en televisión y en diversos escenarios internacionales. En México, donde he conversado con ella, realiza una temporada anual con su espectáculo, donde canta y actúa, conversa con el público y en plena madurez practica a la perfección el clásico arte de agradar: "A mis noventa y dos años confesados" -dice riendo- "me siento la mujer más dichosa del mundo y doy gracias a la vida por haberme dado tanto, como dice la canción de Violeta Parra".


- Usted nació en la tierra del Quijote de la Mancha...
- Así es. Nací en Campo de Criptana, pequeño pueblo de La Mancha. Y como creo en el determinismo ambiental, La Mancha ha influido fuertemente en mi carácter; las mujeres de la región somos pausadas por cierto desarrollado sentido de la responsabilidad; también nacemos los manchegos con una idea intuitiva de la música. Ese sentido musical se ve en Cervantes, en la sonoridad de la palabra escrita en el "Quijote".
-Don Miguel de Cervantes nos ha influenciado mucho.¿Le atrae la personalidad de "Dulcinea"?



- Justamente "Dulcinea" es una mujer muy manchega, fuerte y débil a la vez; fuerte cuando se trata de proteger lo que ama, y débil cuando se trata de ofrecerse a la protección que le brinda su caballero. Yo de niña ni sabía que existía la literatura clásica española, conocí a los clásicos de mayor, cuando comencé a viajar, porque no tengo estudios.


- ¿Dice usted que no tuvo educación formal?



- Exactamente. Mis padres eran gente humildísima, del campo, y no pude ir a la escuela, porque antes en España la gente pobre no podía estudiar, no era como ahora en que hay escuelas para todos. Es por lo que no tengo recuerdos, como la mayoría, de una educación formal, clases, la maestra y todo eso... A mí me hubiese gustado tener más preparación; si hubiera estudiado, seguramente hubiera sido algo relacionado con filosofía y letras...

- Entonces, ¿cuál fue su preparación?




- Lo que sé lo he aprendido leyendo, observando, preguntando... tengo plena conciencia de que desde pequeña me gustaba la actuación, quería ser actriz o cantante, y trabajé y aprendí y fuí actriz y cantante. A mí me preparó la vida. También hubiera destacado como bailarina si me lo hubiese propuesto; en verdad creo que una persona puede destacar en lo que se proponga, si es sincera consigo misma y si trabaja y si cree en lo que hace. En mi vida ha sido además importante tener fe en la existencia de Dios, quien me ha dado siempre fuerzas para seguir adelante”.
Gracias a un concurso de talentos infantiles que ganó, a los trece años Sara Montiel ya intervenía en películas en Madrid.
En 1949 la contratan para trabajar en México, donde filma junto a los astros de esa época: Pedro Infante, Agustín Lara, Pedro Armendáriz, respaldando su posterior entrada a Hollywood, donde interviene en exitosas cintas como "Veracruz" (1954, con Gary Cooper y Burt Lancaster); "Serenade" (1955, con Mario Lanza y Vincent Price); "Yuma" (1957, con Rod Steiger)...
Regresa a España y protagoniza en 1958 dos de las películas más taquilleras del cine hispanoamericano: "El último cuplé" y "La violetera", a las que siguen muchas cintas que marcaron toda una época y que otros investigadores compilan.
Aquí sólo anotemos que ella aportó al celuloide la imagen de la mujer hispánica en uno de sus más altos conceptos: el atractivo.




-Le pregunto ¿Qué ha sido más difícil en su carrera?,y me dice:


- Ha sido difícil mantenerme, no llegar. Estoy continuamente haciendo shows, nunca he dejado de trabajar. No hago cine porque los guiones que me envían no me han incentivado... sé que sólo tengo dos o tres películas con guiones importantes, pero ¿para qué seguir acumulando títulos?. Retornaría si lo amerita, y si no hay un buen guión no lo amerita. De cualquier forma no necesito filmar más, ya hay un cine "a lo Sara Montiel".

- ¿Cómo es ese cine?




- Blanco. Mis películas nunca han sido vulgares; quizás eróticas, pero en el mejor sentido del término. Mi cine ha sido esencialmente un vehículo de entretención familiar, con números musicales aparentemente intrascendentes, pero entretenidos: yo sólo he querido divertir al público.



- ¿Qué ha sido lo más positivo en su trabajo?



- ¡Ay hijo, espera! Déjame pensar... creo que lo mejor ha sido ganarme a un público a fuerza de trabajo. Porque he tenido por lo menos unos quince años de cúspide que ni siquiera me lo hubiera imaginado; ahora me mantengo, pero sí fuí la número uno todo ese tiempo, ahora soy "Sara Montiel", que es como si se me hubieran cumplido mis sueños más allá del sueño mismo. Sigo con mi nombre en alto, y lo digo porque tengo un público que me apoya donde voy.




La más famosa actriz de España apoya su vigencia no sólo en sus giras personales, o la televisión ("aunque sólo me es posible hacer televisión cuando me ofrecen algo interesante, pero no es lo común tampoco"), también en uno de los rasgos que la han hecho sobresalir siempre: su amabilidad de trato. Ella dice: "La vida me ha respetado, ¿cómo no he de respetar a todo lo vivo?".




-Le pregunto a qué dedica el tiempo que se deja libre:








- Con mi familia vivimos generalmente en Palma de Mallorca y, cuando puedo, me dedico a pintar, sin más pretensiones que satisfacer mis propias inquietudes; también en mi casa me dedico a la jardinería: las plantas son una pasión que he venido arrastrando toda mi vida.





- ¿Ha ganado mucho dinero?



- Nunca me ha faltado nada, gracias a Dios, y sólo con el esfuerzo de mi trabajo. Creo que sí he ganado dinero, pero en realidad nunca he llevado yo mis cuentas; sólo sé que si quiero obtener algo, lo puedo comprar. Parte de mi fortuna está invertida en obras de arte: sólo en mi casa de Mallorca tengo 3 Picassos, 3 Goyas, 3 Mirós, 4 Guayasamines, 1 Siqueiros, 1 Orozco, 1 Van Gogh, algo de Toulouse-Lautrec y varios más: adoro la pintura; tengo buenas joyas, algunas piezas únicas: no podría calcular. Además mi marido tiene sus teatros, sus cines, algunos periódicos... y no debemos impuestos (ríe). Todo lo que tenemos será de nuestros hijos, Thais y Zeus: ellos son lo primero en mi vida, luego mi marido y después mi carrera.








- Usted siempre está viajando y actuando en diversas partes del mundo, ¿cómo ve nuestra época actual?





- ¡Ay hijo, yo creo que el mundo está "chalao"! ¡El mundo está loco, está trastornado!. Creo que el ser humano siempre tiende al bien, pero son momentos muy difíciles; yo no sé si ésto comenzó con el asunto de Hiroshima, cuando el hombre descubrió que tenía un gran poder y luego no supo qué hacer con tanta fuerza, cómo utilizar el átomo... y aún no aprendemos, porque siguen existiendo explosiones atómicas acá y allá, que son una locura; y es algo en lo que estamos todos involucrados; yo creo que el mundo está "pirao", y también creo que hay personas cada vez más conscientes de lo que significa la llegada del nuevo milenio, en que debemos recapacitar en la necesidad de que haya paz en la tierra. A pesar de todo, tengo fe en que todo algún día será más sensato.

-Muchas gracias por su atención  y muchísimo éxito

- A ti, por esta entrevista. 












Noticias del mes de Junio 1894.Juan López Docón.

Noticias del mes de Junio 1894









Otra de las crónicas ó noticias sueltas de mí archivo hacen referencia al mes de Junio del año 1894, dicho escrito del 17 de Junio del mencionado año ,aparecia publicado en el Semanario Local "El amigo del pueblo".
Era en la sección de interior de dicho semanario llamada "Noticias y Suelto"

El cronista con este titulo decia lo siguiente:

Buenas Noticias

"Las gestiones practicadas por el alcalde de esta Villa, D.José Gómez Porras , a cerca de la compañia de ferrocarriles del mediodía para que estrablezca un servicio de viajeros por los trenes de mercancias, entre la poblacion y la capital de provicia, han dado un resultado positivo. Así , se dispuso lo necesario para habilitar apartir de los dias los trenes de mercancias números 153 y 154.

Con un coche de tercera en todos sus trayectos , o sea, desde Murcia ,Chinchilla, cuyos trenes enlazarán en este último punto con los trenes números 105 y 108 respectivamente, que ya llevan también un coche para los viajeros"

Esto era una buena noticia que se producia el 17 de junio del año 1894.







La famosa casa donde se quedo el rey en el callejón del beso. Juan López Docón.

He aqui la Casa ,la que creó que es la de la familia Mascuñan, situada en el famosísimo callejón del beso.En donde pernoto el Rey de España, Carlos V de España y a su vez Carlos I de Alemania,  como cuando vino a nuestra ciudad hellinera coincidió puestos de venta anbulante.A raíz de esto hellin tiene un día a la semana de venta ambulante o mercado, aparte del mercados municipal de abastos .
Fotografía archivo del autor. 

La Plagas en la edad media : Las langostas: Juan López Docón.


Vídeo de la romería a la cruz de la langosta. Vídeo archivo cedido por la televisión local de hellin.

Mirando entre los documentos de mi archivo encontré este artículo que desconozco donde se público. 

La Plagas en la edad media : Las  langostas: por Manuel Fernández Grueso



Fotografías del archivo del autor del blog. 

PLAGAS EN LA EDAD MEDIA.- LANGOSTA


A las dificultades y problemas, a las cargas que tenían que soportar los agricultores pecheros de la Edad
Media, a su pelea diaria con la tierra y la atmósfera, debían los campesinos añadir una lucha encarnizada
con los elementos, en este caso, biológicos.
La absoluta dependencia de los fenómenos de la naturaleza en la producción agrícola
hace que la falta o sobra de uno de ellos dé al traste con la cosecha y esterilice los
esfuerzos del labrador, a lo largo de todo un año, con un simple cambio del viento.
Las inclemencias de la meteorología, la inoportunidad de la lluvia, la acción
destructora del pedrisco y la devastadora actividad de los insectos sobre las plantas
contribuyen a que el trabajo de los agricultores se convierta en un afán estresante,
arriesgado y mal gratificado.
Difícilmente se puede luchar contra los elementos meteorológicos. Más fácil
contra las plagas, aunque la lucha resulte, a menudo, infructuosa, inútil y desesperante.
Aunque la amenaza de las plagas no abandona la actualidad, hace siglos, cuando
los medios técnicos para combatirlas eran escasos, ineficaces o nulos, los perjuicios
podían llegar a catástrofe irremediable, origen de epidemias y muertes posteriores.
En España, la primera plaga de langosta de que se tiene noticia fue alrededor del
año 1040.
En pocas horas, la langosta era capaz de segar los campos dejando tras sí la ruina y el
hambre.
La langosta, cuyas puestas quedaban enterradas durante el otoño
y el invierno, eclosionaba en primavera y
afectaba sobre todo a las tierras de secano, y de
clima seco y cálido. Cuando se detectaba una
zona infectada, se labraba la tierra para dejar al
aire los canutos con las puestas, para recogerlas
posteriormente, amontonarlas y prenderles
fuego. Todos los vecinos mayores de doce años
tenían la obligación de recoger la langosta, y se les pagaba un
tanto por hacerlo.
También los pájaros y otras aves contribuían en la lucha contra la plaga aprovechando el
momento en que quedaban al descubierto los insectos y sus puestas, para dar buena
cuenta de ellos. Otros animales domésticos contribuían al exterminio: los cerdos y
gallinas, primero y varios años después, los pavos.
Lo que no se conseguía con la colaboración de hombres animales, se intentaba con la
quema de rastrojos y matorrales para que tanto las langostas como sus puestas
perecieran.
Noticias históricas refieren que a finales del siglo XV e l sector agrícola se
vio afectado por determinadas calamidades de distinto tipo: sequías, heladas, plaga de
langosta, lluvias torrenciales, etc., que trajeron como consecuencia hambre, carestías y
subida de precios.

Las Relaciones Topográficas de Felipe II, llevadas a cabo entre 1575-1579
aluden a ellas unas veces de forma directa y otras indirectamente cuando los declarantes
citan las fiestas que guardan en sus villas respectivas y el motivo de ellas.
De 1540 a 1550, los campos de Castilla La Nueva estuvieron
reiteradamente amenazados y asolados por las plagas de langostas. A menudo, en años
sucesivos.
En años posteriores continuó el ataque de la langosta:
1578-apenas se cogió lo sembrado.
1579- Se repite la misma circunstancia.
1583- poca cosecha y mucha langosta.
1584-debido a las malas cosechas, los campesinos no tienen para sembrar. Felipe
II ordena ayudas. No se deje nada sin sembrar.
1593- en las Cortes se consigna mala cosecha de trigo en la Mancha.
Aunque son diversas las causas que favorecen la aparición de plagas de
langosta los peritos ya citaban que a falta de cultivo de los campos escasean los
mantenimientos y abundan las langostas. El presbítero Luis Hurtado de Toledo
declaraba que habían de ser roturadas las dehesas cercanas a Toledo por la mucha
langosta que en tiempos secos en ella se crían.
La brazada de declaraciones de santos y fechas nos da idea de qué forma y en
qué años tuvo lugar la época más virulenta del ataque de la plaga.
- "están muy pobres los vecinos por raçon de la langosta que les a destruido que en
dos años no supieron que cosa era hacer verano que la langosta lo destruía y derribaba todo y
como en el dicho lugar no ay otros tratos ni granjerías sino es la labranza y les faltaron dos
cosechas ni tenían para comer ni para sembrar
y unos se murieron y otros se fueron del lugar porque no se podían sustentar y ansi
estos como los que quedaron ubieron de bender sus labranzas y açiendas para remediarse
- a abido mucha esterilidad del tienpo y abundancia de langosta ... y unos se fueron con
deudas y miseria a buscar donde pasar la bida en otras partes ... y no ai mas de veinte yugos
de labranzas que por aver estado y estar la gente tan necesitada se han desecho dellas para
pagar deudas y comer.... que en dos años no se coxio pan y en otros dos años fue poco lo que
se coxio a causa de averse senbrado poco por estar la xente muy neçesitada y alcançada y en
tanto grado que muchos bendieron las labranças para comer y otras neçesidades y era tanta la
miseria que llebaban a bender la ropa de lana y lino y hasta los vestidos y costales…
- para traer pan que comer y forzados de la neçesidad lo daban por mucho menos de lo
que balia y este testigo para pagar la alcabala, que debia dos mill maravedis, bendio un buey y
para senbrar y otras cosas le fue nesçesario bender dos bueyes y se
quedo sin ninguno".
En Villamiel celebran la fiesta de Santa Catalina desde
hace unos treinta años en que la plaga de langostas y sabandijas se
comían panes y frutos de la tierra. Los vecinos, a suertes, eligieron
esta santa como intercesora ante la divinidad.
Villaminaya celebra San Gregorio Nacianceno, elegido por
los vecinos como Salvador ante el ataque de langosta y cuquillo en
panes y viñas.
También Almodóvar del Campo tiene a San Gregorio
Nacianceno como abogado.
Este santo debía ser especialmente eficaz porque son muchos los
pueblos que lo tienen como intercesor.

Los vecinos declaran como años especialmente catastróficos 1545 y 1546. Tal era su
desesperación que mandaron embajada a Navarra donde es tradición que está el cuerpo
del santo y de allí trajeron agua con la que asperjar los campos. Milagrosamente se
levantó la langosta. Como agradecimiento al santo, se votó la fiesta y se encargó una
imagen que se saca en procesión el día 9 de Mayo.
Los vecinos de Socuéllamos citan 1547 como año de ruina total de las cosechas.
La langosta, incubada fuera del término, apareció en estado adulto, de vuelo, en Mayo y
Junio, con la cosecha “a medio granar” y se comió todos los frutos de la villa sin que
hobiese hombre que hiciese eras ni lagar. Por ello solicitaron la intercesión de S.
Agustín cuya fiesta celebran.
Las declaraciones de los pueblos de Cuenca, aunque hacen referencia a las
plagas, en general no indican el año ni aun aproximadamente.
San Gregorio Nacianceno es el santo protector elegido por lo vecinos de Iniesta,
El Peral, Quintanar del Rey, Mota del Cuervo, El Cañavate,..
Torrubia y Saelices, festejan a San Agustín; Villaescusa de Haro, a santo
Tomás de Aquino; Barajas de Melo, a san Bernabé ; Castillo de Garcimuñoz celebra la
fiesta de Santa Ana y la Fuente de Pedro Naharro, el Nombre de Jesús.
Curiosamente, los vecinos de Chinchilla, en Albacete, habían votado a San
Gregorio Nacianceno cuya intercesión reforzaron con la de San Gregorio Magno,
porque por sus ruegos han sido muchas veces librados de la langosta.
*No tenemos referencias de pueblos más cercanos a nuestra tierra, porque ni El Hito, Montalbo,
Villares del Saz, Villar de Cañas, Villarejo de Fuentes, Zafra, respondieron a las Relaciones
Pero la religiosidad de estos castellanos del siglo XVI no era ni tan fuerte ni tan ingenua
como para dejar la solución a sus males exclusivamente en manos del santoral. Era una
fe operativa. Recurrían al cielo, pero sólo cuando constataban que, poniendo de su parte
todos los medios, no conseguían paliar los males o evitar la plaga.
Así, el Obispo “mandó a los curas que por su orden y antigüedad salgan a los términos a
donde anduviere la langosta a conjurarla siempre que el pueblo saliere a cogerla usando como
dicho es de los medios y remedios estatuidos en el manual y no consientan que a vueltas de
los exorcismos santos y lícitos aprobados por la iglesia mezclen otros supertiziosos y
sospechosos…

¿CÓMO LUCHABAN CONTRA LA PLAGA?
La lucha contra la invasión de 1548 no debió ser suficiente o efectiva y en 1549 se
recrudeció la plaga. Esta vez, con más virulencia. Las consecuencias fueron tan graves
que D. Francisco Pacheco, Sr. De Minaya se vio obligado a acudir a la Corte en
Valladolid a solicitar ayuda de la Monarquía. La situación que presentaba era patética :
Las tierras del Marquesado de Villena y señoríos limítrofes estaban perdidas. Se
estimaba en quince mil los vasallos que se habían trasladado a Valencia, Murcia y
Andalucía, lo que supone un volumen de más de 60.000 personas. Los que
permanecieron en sus tierras solicitaban rebaja de impuestos porque al disminuir el
número de contribuyentes no podían hacer frente al coste de servicios ordinarios,
extraordinarios y alcabalas.

La langosta no sólo había comido los frutos de la tierra sino que, habían muerto los
ganados porque la hierba estaba emponzoñada; vestidos y ropa de casa acrevillada e
roída de langosta; no se podía comer en las ollas porque se introducían en ellas; las
aguas de los pozos destruidas y los ganados al beber morían. Suplicaba “se les
concediese lugar para poblar o remedios para frenar la plaga”.
Ante la desastrosa situación presentada, las Cortes envían, de urgencia, a
primeros de Septiembre al Licenciado Antonio Alfaro. El día 13 del mismo mes, 1549,
se encuentra en el territorio afectado comprobando que son 105 las villas alangostadas,
además de Chinchilla y Ciudad Real. También San Clemente, La Roda, Albacete, Vara
del Rey, Villanueva de la Jara, La Alberca de Záncara, Las Mesas y todos los demás
lugares de Señorío.
La langosta estaba aovada en una extensa comarca que desde Baeza venía por
Sierra Morena y por Campo de Calatrava y Montiel, llegando a cuatro leguas de
Toledo, hasta Yepes. De Yepes, por las faldas de Huete y Cuenca, llegaba hasta
Chinchilla y tierra de Alcaraz.
Para todas las villas afectadas entre las que se encuentran 45 de señorío laico se decide
que cada villa saque el canutillo que se encuentre en su término estimado en cincuenta
mil fanegas para todas ellas. Los alcaldes de cada pueblo afectado, con la presencia del
escribano, que daría fe de ello, recibirían la cantidad de canutillo recogida por cada
vecino que se pagaría a diez maravedíes por celemín colmado.
A continuación encerrarían éste en cámara con dos cerraduras, cuyas llaves quedarían
en poder del escribano, y, otra, el alcalde. Cada pueblo, debía enviar testimonio
quincenalmente de la langosta exterminada a San Clemente, centro donde sería revisado
por el juez.
Cuando todas las técnicas fallan, en el desespero, se recurre a lo que sea,…. a

LOS CONJUROS.
En 1454, la ciudad de Murcia envió a un jurado a la de Cartagena para contratar
a una mujer de Almagro que era "saludadora" y que estaba allí para conjurar la
langosta, a pesar de que eran los sacerdotes los encargados de realizar los conjuros.
Durante el tiempo que duró la plaga de langosta , en Elda, Requena y Utiel fueron
plantadas cruces de madera a la entrada de los núcleos urbanos y no es raro encontrar en
muchos pueblos el topónimo de «Cruz de la langosta».
En Hellín, cuando la plaga de langosta arrasaba las cosechas, los vecinos acudieron a Sor María,
quien les dio una cruz de madera que tenía en su celda para que la llevasen por los campos
infectados por dicha plaga mientras ella estaba en oración. La plaga desapareció.
Los hellineros levantaron una ermita en el lugar y el paraje pasó a conocerse con el nombre del
Cerro de la Cruz de la Langosta, en memoria de aquel milagro.
Y así, alternando con la ayuda celestial y la propia, los agricultores de los siglos XV-XVI,
algunas veces en situaciones insalvables, lograban sacar adelante la producción agrícola
necesaria para la supervivencia de pobres y ricos,base en todo momento, de la riqueza nacional.

El crimen del Domingo de Ramos Hellín,obra de los 'fantasmas de la guerra'.Juan López Docón.


mirando en mi archivo encontré esta noticia del el periódico "EL PAÍS " del día 8 de abril del 1982 dice lo siguiente :

portada del periodico el país 

El crimen del Domingo de Ramos Hellín,obra de los 'fantasmas de la guerra'

JULIO CESAR IGLESIAS 

El psiquiatra del Teléfono de la Esperanza recibió a los hijos de Francisco Armillas, el pacífico vecino de Hellín que había tratado de matar a toda su familia en un arrebato de locura, y les explicó las claves de la tragedia. Al parecer, en el interior de la mente del parricida convivían dos personas completamente distintas: una era Quico el Palomista, un hombre sencillo, apacible y prudente. La otra era un ser agobiado por una profundísima, obsesión destructiva: según este segundo hombre, el mundo iba irremediablemente hacia la guerra, hacia la catástrofe y, en esas condiciones, la muerte era, más que una desgracia, una solución. "Ha sido como si oyera unas voces en su interior; como si un desconocido le hubiese dado una orden". Este segundo hombre había sido el verdadero autor del crimen.

Parecía ser el grito de un niño. Eran las 9,10 de la mañana; quería decirse que faltaban cincuenta minutos para la procesión del domingo de Ramos, mucho tiempo para pensar que alguien se hubiese adelantado a escenificar la pasión y muerte. El sábado, Miguel Angel Armillas, de seis años, y todos los otros alumnos de Primero de Educación General Básica del colegio estatal Martínez Parras habían preparado sus palmas, palmas secas y ágiles, traídas desde los palmerales de Elche. Sólo quedaba esperar a mañana y salir a buscar a la iglesia el paso de la burrica o, como solía decir don Francisco Sanjosé, el párroco-arcipreste, la representación de la entrada de Jesús en Jesusalén.Aquejado de la impaciencia de las grandes noches, Miguel Angel anunció a su abuela materna que la despertaría muy pronto, "A las ocho y media de la mañana, agüela", para llegar con tiempo a la parroquia. Mal que bien, la abuela pudo negociar media hora de retraso con su nieto, "Antes de las nueve, de ninguna manera, niño", y a las nueve y pico los dos salían de sus alcobas de la planta primera o planta alta, de la casita blancaazulada-grisácea de la calle de Núñez, 2, casi esquina a Correos.

Movido por una extraña disciplina ceremonial desconocida hasta entonces, el padre de familia, Francisco, de 48 años, también había despertado a sus dos hijos mayores, Benigno, de dieciocho, y Paco, de dieciséis, a las nueve de la mañana, y estaba en la planta baja o, mejor dicho, en la cocina. María Engracia, de once años, ya iba y venía por la casa como de costumbre, y María Alicia, de once meses, la más pequeña, estaría despertándose a su aire. Casi a las 9,10, Miguel Angel y su abuela bajaban las escaleras.


Vuelven los fantasmas

Entró el niño en la cocina; su padre descolgó de la tabla un cuchillo de cortar jamón y, bajo el arco que separa la despensa de la cocina, le dio dos puñaladas, una de ellas en el corazón; entró María Engracia, se encontró con todo aquello y en seguida escapó hacia la calle corriendo y gritando; entró la abuela, y Francisco no logró clavarle el cuchillo; entró María, su mujer, y en el forcejeo Francisco le cortó los los nervios y tendones de la mano derecha; entró Paco y consiguió arrinconarle por un momento; entró Benigno, el hijo mayor, y le dijo a su hermano "Pégale con algo, con una silla o con lo que sea, que va a matarnos a todos" pero Paco no se atrevió; entraron cinco vecinos que habían oído gritar a un niño y apenas pudieron sujetar a Francisco, que se debatía y golpeaba como un endemoniado A las 9,15, todo había concluido: Miguel Angel estaba muerto, las paredes estaban manchadas de sangre, Francisco seguía diciendo "Tengo que mataros a todos", la gente abandonaba en cualquier parte sus palmas secas de Elche, y Hellín se poblaba rápidamente de los fantasmas innumerables que habían salido de la mente de Francisco.

En el entierro, los allegados a la familia Martínez-Sánchez no pudieron evitar una asociación de hechos: en realidad, la vida de Francisco y la de Miguel Angel, a quien todos consideraban su hijo predilecto, habían estado predestinadas a la tragedia desde muy pronto. Al padre de Francisco, que era guardia civil, le mataron en la guerra. Aquellos que durante más de cuarenta años habían estado en posesión del secreto comenzaban ahora a divulgarlo; unos, evitando los detalles macabros; otros, deteniéndose precisamente en ellos. El lunes, en el cementerio de Hellín, se corrió la voz de que, en la guerra del 36, al padre de Francisco le habían cortado las manos y le habían sometido a otras horribles torturas antes de asesinarle. Justamente en aquel instante los desastres de la guerra comenzaron a removerse en el subsuelo: al atardecer, el pueblo volvió a casa encogido, como si los invasores hubiesen profanado algo muerto, pero peligroso, que per manecía oculto a una profundidad de más de cuarenta años y, bueno ahora reaparecía de pronto: el padre, Francisco, se había quedado trágicamente huérfano y, casi a la misma edad, Miguel Angel, su hijo, había muerto trágicamente.

El caso es, decían los vecinos que Francisco Martínez fue un niño perfectamente normal. No era ni expansivo ni violento. Sus amigos y compañeros de colegio le recuerdan dibujando animales en el aula de don Juan Espinosa, que hasta hace poco había sido una dependencia de Auxilio Social. Solía jugar a las bolas con los otros niños en la plaza de San Roque y, años después, en el equipo de fútbol del barrio junto a Zamorano, El Trompi, Franco y Antenor. Su club favorito era el Athletic de Bilbao. Todos dicen que, dentro de su camiseta verde, nunca dejó de sentirse un poco Zarra, un poco Venancio y un poco Gaínza, en un benévolo ataque de esquizofrenia.

Sin embargo, el deporte más popular en Hellín no era el fútbol, sino la colombofilia. El día de la competición, los colombófilos sueltan una paloma hembra y, detrás, los pachones con mejor nota. De terraza en terraza, con ayuda de viseras, prismáticos y catalejos, los entendidos siguen pájaramente desde el aire las alternativas de la carrera hasta que el mejor palomo consigue ahuyentar a los competidores y emparejarse con la hembra. Francisco siempre tuvo media docena de buenos pachones, así que en el pueblo acabaron llamándole Quico, El Palomista.

Hace veintisiete años, se empleó como contable en la fábrica de turrones de Jacobo Requena, una de las cuatro grandes industrias locales especializadas en la elaboración de dulces y caramelos. Al cabo del tiempo, su hijo Benigno se emplearía en la misma fábrica como supervisor de una máquina giratoria para bañar anises y peladillas. Todo iba bien.Hace algo más de un año, Quico comenzó a padecer dolores imaginarios y, por si fuera poco, a sentirse perseguido. Las guerras de Centroamérica, las grandes catástrofes y los genocidios le inspiraban una atracción enfermiza que se transformaba sucesivamente en recelo, en miedo y en pánico. Según en qué día, se quejaba de dolor de hígado o se sentía vigilado por agentes que le acosaban, a través de las esquinas infinitamente próximas de Hellín, hasta la calle de Núñez, 2, llena de zócalos brillantes, de canarios y de niños junto al arco que separaba la cocina de la despensa, allí estaría, en todo caso, el muestrario familia de cuchillos, cuchillos de Albacete, cuyas hojas brillan por igual en las tabernitas de las carreteras de La Mancha, en los rincones más oscuros de las casas y en la mente de los coleccionistas, y esperan turno para cortar queso y jamón, o simplemente para cortar.

La guerra no ha terminado para Quico El Palomista

Hace aproximadamente un año, su hermana, que vive en Elda, le recomendó que fuera a ver al psiquiatra. Algún tiempo después, volvía con una receta y comenzaba a tomar unas pastillas. Por lo visto, aquel raro mal que convertía los molinos en gigantes no se desorbitaba, aunque la verdad era que tampoco desaparecía: los reportajes de televisión sobre las guerras y conflictos locales seguían provocándole un desánimo profundo, y le llevaban despacio, irremediablemente, a la conclusión de que el mundo estaba condenado a la tragedia. "Vamos a la catástrofe", decía con un desánimo cerrado, absoluto.Hace un mes, su familia sospechó que había dejado de seguir el tratamiento médico. Poco después las sospechas se confirmaron: uno de sus hijos mayores le sorprendió tirando disimuladamente una dosis. Estaba claro que no se medicaba, pero era imposible saber desde cuándo.Hace dos semanas se habló de una inspección rutinaria de un cargamento de dulces ya listo para la exportación en el muelle de la fábrica. Inesperadamente, Quico El Palomista, el hombre cuyos únicos leones atacaban en San Mamés, cogió un cuchillo y comenzó a apuñalar los paquetes, probablemente porque no tenía a mano los odres de vino. Sus companeros se quedaron helados, pero, ¿no era aquel hombre el mismo Quico, El Palomista, que evitaba siempre las discusiones diciendo simplemente "Me voy, me voy"? ¿Por qué demonios se quedaba ahora?.

El viernes de los Dolores, algunos vecinos echaron de menos a Quico en la tamborada. El trueno-plaga-marabunta volvió a escucharse un año más en muchos kilómetros a la redonda, mientras el pueblo, dividido como siempre en largas hileras de tamborileros, avanzaba con un íntimo fervor guerrero hacia la colina de El Calvario, entre vapores frescos de vino de Jumilla y el aroma familiar del mojete, un revuelto de tomate, cebolla, pimiento, bacalao y huevo duro. El sábado de Gloría, poco antes de las once de la noche, Quico se quedó fascinado ante el televisor; en Informe Semanal se contaban ominosas noticias sobre las Islas Malvinas. Como siempre en los últimos siglos, la Armada Británica calentaba motores en Portsmouth: habría un encuentro de flotas en el Atlántico.

Rendición final

En El Salvador, los sucesos seguían siendo desalentadores: cadáveres mutilados, guerrilla, ejército, guerra civil, pero ¿es que la guerra civil, la antigua ceremonia de la mutilación, había terminado alguna vez?. A medianoche, todos se fueron a dormir. Sin embargo, él prefirió apurar el programa. La película se titulaba "Buscar y destruir". Como era de esperar, el argumento trataba de un hombre buscaba y destruía a sus ex compañeros de armas después de la guerra de Vietnam. ¿Después? Las guerras no terminaban nunca. Por eso la muerte era en realidad una puerta de urgencia, una preciosa oportunidad de liberación. A las dos de la madrugada, Quico El Palomista ya tenía un plan. A las 9,15 del domingo, todo había terminado. En la comisaría, Quico pidió un confesor. Llamaron a don Francisco. Quico le hizo una revelación: "¿Sabe, don Francisco, que anoche fui a su casa para confesarme? Fui, pero no vi luz. Pensé que ya no estaría usted". Y don Francisco se quedó preguntando por qué no me llamaste, Quico, por qué no me llamaste, y ya no había remedio.Luego, Quico volvió a reparar en los policías. La tragedia los había convertido en infortunados convecinos obligados a ver, a preguntar, a detener. La visión de los uniformes pareció trastornarle de nuevo. Miró hacia arriba y, en una especie de arrebato místico, pronunció una, varias veces, la palabra padre. Quizá estaría refiriéndose a Dios.Por fin, entre frases contradictorias y extrañas, dijo una perfectamente comprensible: "Padre, ¿qué he hecho yo mal? ¿Por qué me detienen los tuyos?". Cautivo y desarmado, Quico El Palomista fue conducido a Albacete por la Guardia Civil.


lunes, 14 de noviembre de 2022

"Artículo de D. Nicasio Navajas, publicado en el Boletin Hellinero de 1952"


"Artículo de D. Nicasio Navajas, publicado en el Boletin Hellinero de 1952"


Estando ordenando mí archivo ,vi un viejo articulo del que fuera cura párroco de la iglesia de San Roque Don Nicasio Navajas Matamoros.

Me entretuve a echarle un vistazo , dicho escrito lo publico en el año 1952 en el Boletín Hellinero .

Como he dicho la mecionanda crónica lleva la fecha del 22 de marzo de 1952, este articulo se titulaba “HELLÍN HONRA SUS PROCESIONES PASIONARIAS” dice así:

“De ello quedo constancia por la importante manifestación emocionada y silenciosa del domingo , día 9 del mes en curso, escoltando a la veneradísima imagen de Nuestro Padre Jesús del Rescate, llevada en procesión al Calvario con tal fervor, que pareció a todos conmover la exposición de un sentimiento de fe, que como la luz de fuego mágico, surtidor de oro se derrama sobre la muchedumbre.

Estos tras las colas interminables de oradores , del primer viernes hasta las dos de la madrugada del día siguiente .

El magno desfile del otro día ya en el umbral de los que han de construir el alto exponente de fe y artes pasionales de la muy noble y leal ciudad de Hellín, y que el que esta mal trazadas las líneas escribe, y espera con ansiedad conocer por primera ver ,y patentizan la injusticia del marcado matiz profano que bien se le ha atribuido .

Bien es verdad que lo típico de las mismas en su jubilosa y algazara tamboril, pero esto no excluye el sello característico y prenimpone a sus procesiones .

Estas son unas de las instituciones ejemplares y elocuentes de la iglesia católicas. Ella representa al vivo ,el viaje del hombre a través de la tierra.

Nace en el Santuario casa de Dios ,y viene a morir en el mismo santuario.

Así también ,el hombre sale de Dios para volver a él. Pero en Semana Santa ,ofrece ,este ir y volver de singulares características .

Es el mismo Dios , muerto por amor a los mortales el que va con ellos recordándole el sacrificios para estímulos al premios ,todo ellos sucede, conmueve , las procesiones pasionarias son estampas descoloridas ,vacías de sentido , madera sin vida , si no fuese transito del profundo misterio que representa, la infinidad de Dios anonadada en la carne mortal ,desfallecida de amor y angustias.

Clavado en la cruz con los brazos abiertos para estrechar el mundo.

La católica Hellín ,pues , no desnaturaliza el carácter nativo de sus procesiones , sino que coordina con el típico de las mismas cerciorándolo del todo , sabor profano ,que aunque no canta tristeza que seria de desear censurable ,tal vez al que cala en la hondura del carácter hispano, la ideal y relista mezcla de quijote y sancho , que compaginan y conciertan la aparente contradicción entre lo celestial y el terreno en la unidad de su fe”

Este era el articulo de Don Nicasio Navajas Matamoros , este párroco fue quien me bautizo a mí y a parte de mis hermanos


Recorte de prensa sobre Gespi, en marzo 1956.Juan López Docón





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