Existe una fotografía muy conocida por todos los hellineros de un bello rincón del Rabal. Quizá lo desconocido es que ese lugar era llamado El Tentador.

En el Achivo municipal se conserva un expediente del año 1861 que nos muestra la historia de la construcción de esta fuente.

En ese mismo lugar existía un abrevadero. Probablemente, por las molestias y suciedad que ocasionarían los animales, decidió trasladarse junto al mercado de la calle del Águila y así poder levantar allí una "fuente para el surtido público".



Para ello, siendo alcalde Jaime Salazar, solicitaron al que entonces era el maestro de obras del Ayuntamiento, D.  Mariano García, que elaborara el presupuesto y las condiciones para la contratación y realización de la fuente.

Finalmente fue comprada a un comerciante de Barcelona, llamado Antonio Michel, quien debía encargarse de la construcción de la misma.

Podéis apreciar en el plano su planta, alzado, dimensiones y la aprobación de los arquitectos tanto de Barcelona como del Gobierno civil de Albacete.




 Aproximadamente cincuenta años después esta fuente sería sustituida por los caños adosados a la escalinata de la calle Gracia. Una historia que os contaremos más adelante.