jueves, 3 de agosto de 2023

Fotografia antigua del antiguo retablo de la Inmaculada Concepción de los padres franciscanos de Hellin. Juan López Docón

Hoy pongo una fotografía  del retablo antiguo de la Inmaculada de Salzillo en el convento de los Franciscanos antes de la Guerra Civil. 
Tanto el retablo como la propia imagen desaparecieron durante la contienda.
Como muchas cosas que también se perdieron.

José Zamorano Martínez, cuenta con una plaza oficialmente en nuestra ciudad.Juan López Docón.

Apartir de hoy día 17 de Abril de 2019 , José Zamorano Martínez, escultor.Desde hace unos minutos, el escultor-imaginero hellinero,  cuenta con una plaza oficialmente en nuestra ciudad.

Coincidiendo con la serie de actos que con motivos de la celebración del Año Zamorano, el Pleno Municipal tuvo a bien el cambio de denominación de la plaza que se encuentra entre las calles Rabal y Benito Toboso, que hasta hoy se llamaba, Plaza de Europa y ha pasado a ser Escultor José Zamorano. En la misma se ha instalado un busto y puesto una placa con su nombre.

Al cambio de nombre ha asistido el alcalde de Hellín, Ramón García, concejales de la Corporación y de la Asoc. de Cofradías y Hermandades de la Semana Santa.

Pedro Lencina, pte. de la Asoc. Escultor José Zamorano ha leído una nota en recuerdo del hellinero ya desaparecido, ha culla ciudad dio mucho sin recibir nada a cambio.

Como dije en otros artículos dio mucho ha Hellín no le gustaban las alabanzas el peloteo ni los homenajes, pero esto hay que hacerlo en vida no después,eso ya para mí es para pavonearse ellos.

Para luego decir "por mí se le hizo esto".

miércoles, 2 de agosto de 2023

ELLA ES MI MADRE.Sol Sánchez

ELLA ES MI MADRE.

Tendría unos veinte años y, para esa fotografía posó en el jardín de la Rosaleda.

Supongo que, si le preguntara a ella, me diría que el tiempo se le ha pasado como un suspiro. Que se han quedado tantas cosas por hacer...

Recuerdo ese día exacto en el que siendo una niña me enteré de que la vida no era eterna.

No sé quién me lo dijo. Solo recuerdo que esa tarde era de invierno. Yo volvía del colegio Isabel la Católica y subía por la calle Antonio Falcón cuando estaba atardeciendo. 

Al llegar frente a la Parroquia sentí que me temblaban las piernas y me ahogaba un nudo en la garganta por la angustia que me embargaba.

Creo que también fue ese uno de los primeros momentos en los que vi a las golondrinas volar y bajo ese cielo de nubes rojizas y su trino por primera vez en la vida sentí nostalgia.

Me fui a la iglesia. Todavía guardo en mi memoria el helor al entrar, el chirrido del portón, y el olor a cera quemada.

No pensaba en mí. Me aterraba que mis padres se fueran para siempre. La sensación de no volverlos a ver más me oprimía el corazón.

Pasaron los años, y me quedé sin ellos. Mi madre está, pero ya sabéis…

Lo cierto es que, con el tiempo te das cuenta de que todo, absolutamente TODO va desapareciendo y ¿quién está preparado para eso?

Una tarde escribiendo me pregunté: ¿Y dónde queda lo que hemos vivido? ¿Lo que hemos amado? Incluso lo que hemos llorado. ¿Y dónde quedan las personas a las que hemos querido y se han marchado?

Y me acordé de algo que, en esos días, supongo que para intentar animarme me contó una maestra del colegio. 

Y desde entonces siento cierto alivio porque me he convencido de que lo que vivimos queda por siempre en los rincones del pueblo en el que nacimos y crecimos. 

Ahí deben entrelazarse los suspiros de los recuerdos, los latidos de los besos, los murmullos de las conversaciones compartidas y los susurros de los secretos guardados.

Aquellos días en los que corrimos y jugamos deben aferrarse a las calles, a las fachadas de las casas antiguas de nuestros abuelos y a las rosas que ese día de la foto mi madre tocaba en el jardín. 

Los besos que nuestros abuelos nos dieron deben deslizarse en las sombras de los callejones estrechos, susurrar entre las ramas de los árboles y ocultarse en los portales que guardan historias centenarias.

Los achuchones más románticos de nuestra adolescencia, sin ninguna duda se adhieren a los pinos del parque, al calor de las butacas de los cines, que aunque algunas ya no están, pero un día existieron y eso nada ni nadie lo podrá cambiar. 

Se desperezan en los albaricoqueros y se desvanecen suavemente en los atardeceres dorados que tiñen el horizonte al caer el sol.

Las conversaciones de tu padre y del mío fluyen en los cafés con aroma a nostalgia, en las plazas de nuestra vida y en los balcones desde donde se ven las procesiones pasar. 

Y no importa para nada, que esos bares ya no existan. 

Los anhelos de nuestras madres están entre los botones de Paco Mecha y Ripoll. Entre las novelas de Corín tellado y la lana que un día se tejió. Están en los abrazos que cada una de ellas nos dio.

Los secretos encuentran su guarida en las torres de las iglesias, en las capillas escondidas, en los rincones sombríos de los antiguos edificios y en algún pespunte de los mantos de las imágenes que nos emocionan a su paso.

Se resguardan en las sombras de los callejones olvidados y en el pasadizo de Cuevallá que solo conocen los corazones valientes.

Hay personas que, al leer algunas de las cosas que escribo,  me ha llegado a decir que vivo en los Mundos de Yupi.

Y como mi madre me enseñó: Prefiero ser una soñadora en un mundo que a veces parece carente de magia, que estar atrapada en un mundo limitado por la realidad, en el que deba aceptar que todo, absolutamente TODO se acaba perdiendo.

Fotografías antiguas de la Virgen del pino. Juan López Docón .

Hoy les traigo estas fotografías de la Virgen del pino ó Virgen reina del pino ,allí desde su pedestal cuida a todo el pueblo de hellin,  también son antiguas

martes, 1 de agosto de 2023

A la nana nanita.Juan López Docón


A la nana nanita
De los tambores
En el Rabal te mecen
Niña Dolores

Susurro de tu madre
Siempre a tu vera
Con tu túnica negra
Pañuelo rojo de cabecera

Nazarenos pasando
Y tu durmiendo
Los tambores tocando
!Gran estruendo!

A la nana nanita
De tercio pelo
Con el dulce redoble
!Duerme mi CIELO!

La religión.Joaquín Preciados Perez Pastor .

Sigo poniéndoles poemas del hellineros José Joaquín Preciados Perez Pastor 

La religión.

Este camino angosto
que me enseñaron.
Este sufrir por todo
lo que nos hace daño.

Este silencio acusador
tan doloroso.
Este sufrir por el amor
dentro del pozo.

Este perdonarlo todo sin hacer nada,
esta retención de brazos y patadas,
esta misericordia mal llevada,
y la rabia y la ira amordazada.

Este levantate que se hace tarde,
esta vociferante fe en el destino,
estas manos de trabajo y desatino,
este difuminarse en el talante.

Estos banderilleros de los pueblos,
estos toros de sangre y cabestrillo,
estos valientes padres de chiquillos
que la sangre la destilan en cariño.

Este pueblo que soporta su castigo,
que trabaja y recorre los caminos,
estos hombres de la paz tan aguerridos,
que sonríen a ladrones resentidos.

Esta lucha que avergüenza sus mentiras,
estas ganas de aventarles la garganta,
la aventura de las manos y las zarpas,
que renacen del dolor de las costillas.

Estos valientes salteadores de la patria,
estos maricones de discurso enaltecido,
que te hablan del poder y de la rabia,
esta basura que tanto a crecido
no merece ni discursos, ni sonido.

Esas bocas de champan y langostino
esas nenazas que se lucran y amenazan,
y que ofrecen la mentira a sus vecinos,
esos traficantes de la nada.

No merecen este pueblo que soñaba,
ni siquiera el desdén de una mirada.
Ni las manos de los hombres agrietadas,
ni la caricia de una mano enamorada.

lunes, 31 de julio de 2023

Pasión por Salzillo. Antonio del Carmen López Martí.




Mi Pasión por Salzillo

Boceto del estudio previo a la Flagelacion de Salzillo para Hellín. 1770.
Mi amigo Vicente Lozano me dijo que lo buscase en el Museo Salzillo de Murcia (Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno)

Clay Studio and original sculpture of the Flagellation of Christ by Salzillo.  Hellín-Murcia, 1770


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Atambor XXIX Antonio del Carmen López Martí

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