jueves, 23 de febrero de 2023

Mujer hellinera a por Agua. Juan López Docón.

He aquí la mujer hellinera iendo a por agua para los queaceres de su hogar. .que tiempos entonces no había agua en las casas.

miércoles, 22 de febrero de 2023

El Santo Sepulcro. Juan López Docón.

Hoy os pongo El Santo Sepulcro que contemplamos en la fotografía. Era obra del escultor murciano Miguel Martínez Fernández, del año 1924.Lo que no se es si al final, no lo quedamos nosotros los hellineros. 
Era una copia del paso de Dorado Brisá para la ciudad de Murcia elaborado a finales del S. XIX, y debía impactar por su original composición, con ángeles de gran tamaño revoloteando alrededor del sepulcro. Gracias a Pedro Lencina vemos este paso semanasantero.
Es una imagen del año 1924, toda una reliquia .
Desaparecida en  la guerra junto con otras muchas imágenes. ..una pena.

Foto: Pedro Lencina.

martes, 21 de febrero de 2023

Nuestro Padre Jesús Nazareno. Juan López Docón.

Hoy les dejo con esta fotografía de Semana santa Nuestro padre Jesús Nazareno, también es antigua esta fotografía. ..espero os guste, esta imagen la destrulleron en la guerra..

Arreglo de esta fotografía antigua de la Virgen del Rosario. Juan López Docón.

Todas estas fografías son la virgen del Rosario  la patrona hellinera,me dio mi tío una fotografía muy arrugada, yo con una app que tengo la he ido arreglando y le he puesto color. Espero os guste.

Subida al Castillo. Juan López Docón.

Hoy les dejo con esta fotografía de la subida al Castillo de hellin. 
Una imagen también antigua, como decía mi madre una imagen vale más que  mil palabras. Espero les guste esta fotografía la tenemos gracias  al gran amigo ANTONIO MORENO GARCIA.,
La verdad que lo antiguo se pierda es una pena.

La fama centenaria de los tambores de Hellín. Juan López Docón..

José Iván Suárez

Hace un siglo, la tradición de la Semana Santa ya ocupaba páginas en la prensa nacional

«Si acercándote al pueblo, como perdido peregrino que no se sabe a dónde llegar, creyeras penetrar en la región ensordecedora de los truenos; si oyeras el ruido colosal de todas las cascadas de la tierra y la lucha de todas las olas del mar; el fragor de las  baterías de una plaza sitiada; el martilleo incesante de mil fraguas de Vulcano o de mil batanes como los que llegaron a poner en duda el valor de don Quijote; la trepidación del espantoso terremoto acompañada de violentos ruidos subterráneos, ten seguridad de que te aproximas a la ciudad de Hellín en Jueves o Viernes Santo», así se decía en un artículo publicado en El Social de Hellín, en marzo de 1915. 
Se hablaba entonces de 2.000 tambores, quince años después se cuantificaban en 8.000. En los últimos años se ha rozado la cifra de los 20.000. La fiesta del tambor en Hellín se ha multiplicado y crecido hasta incluso recibir, junto a Tobarra y Agramón, la declaración de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Como toda tradición, la Tamborada ha recorrido un largo camino plagado de anécdotas, vicisitudes varias y penumbra. 
inmemorial costumbre. Como ha recogido Frutuoso Díaz Carrillo, según la tradición, en 1411 llegó a la villa san Vicente Ferrer, mediado el mes de abril, «dicen que el santo quedó absorto cuando, desde el monte, pudo contemplar la vega, a la vez que la semejanza con el Gólgota». Al parecer, aquella visita fue el comienzo de la celebración de la Semana Santa en Hellín; una festividad religiosa que se extendió a lo largo de los siglos y fue incorporando liturgias. Hacia el siglo XVIII, ya había 13 ermitas en el municipio. Por aquel tiempo, y cómo han contado Antonio Moreno y Fernando Rodríguez, se describía así a Hellín: «goza de un terreno y cielo muy benigno, que con su situación le hace saludable; y fue uno de los dos Pueblos, que en este Reyno se le propusieron a el Señor Carlos Quinto, para su favorable habitación. Tiene muy buenos, y dilatados campos, y su huerta es fertilísima, la que riegan con unas copiosas fuentes que nacen en sus mismos términos». 

Las Fotos del retablo del Rosario. Antonio Moreno y Emiliano Martínez

 LAS FOTOS DE LA SEMANA


Esta semana centramos nuestra atención en el antiguo retablo que presidía el presbiterio (altar mayor) del Santuario del Rosario hasta las aciagas jornadas de la Guerra Civil, en el que fue destruido (foto 1). 
Se trataba de una suntuosa pieza de mediados del siglo XVIII de estilo barroco. Se desconoce su autoría y su coste, aunque si se sabe cuándo fue encargado. La Cofradía del Rosario celebró una junta el 14 de mayo de 1747 y en ella se acordó tal encargo. Varios cofrades fueron nombrados con el fin de seguir el desarrollo de estos trabajos. Éstos fueron Salvador Morotes y Pascual Nieto, ambos sacerdotes, y Antonio Velasco y Pedro Fernández Balboa, seglares.

Una vez terminado el retablo en madera en junio de 1751, se decidió que fuese dorado, encargándose de tal tarea el maestro dorador murciano, Juan de Elvira, con un coste de 5.000 reales de vellón.

De este retablo perdido se conserva el frontal, que podemos contemplar en el Santuario sobre la capilla que alberga al Crucificado de la Santa Escuela de Cristo (foto 2).
 Igualmente, se conservan las puertas artísticamente talladas que dan acceso al camarín de la Santísima Virgen, que son las originales (foto 3).
Archivo de Antonio Moreno García, Cronista Oficial de Hellín 

 Martínez García, Emiliano (1952). Historia del culto a la Santísima Virgen del Rosario, Patrona de Hellín. Revista "Macanaz" nº 3, pp. 51-62.

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