martes, 8 de noviembre de 2022

Falleció el dia 27 de junio del 2016 Diego de hellin (Diego Ecposito Perez).Juan López Docón

Fallece a los 87 años el artista local Diego de Hellin 

En la jornada de ayer falleció, a los 87 años de edad, Diego Expósito, artísticamente conocido como Diego de Hellín. Pintor que, a lo largo de su dilatada trayectoria profesional, firmó numerosas exposiciones y fue autor del cartel de la Tamborada, en el 2012.

Entonces, el artista hellinero rescató una pintura de 1972, en la que aparecían, con su característico estilo que ha presidido el desarrollo de su obra, un grupo de tambores en torno a una cruz.
Durante varias décadas ejerció de profesor de Dibujo en institutos de la localidad, donde instruyó a miles de jóvenes de diferentes generaciones, en paralelo daba vida a los cuadros que, posteriormente, se han podido contemplar en distintas exposiciones (sus cuadros viajaron a Nueva York) y donde el paisaje de Hellín, sus personas y, sobre todo la Semana Santa, en su doble vertiente, siempre han estado muy presentes.
Reconocimientos
La Fundación Fernando Picornell, donde expuso en alguna ocasión, le entregó, en el 2009, junto a Ruiz Oliva, la Medalla de Oro de Bellas Artes del Museo Picornell.
Diego de Hellín, que fue concejal del Ayuntamiento de Hellín en la década de los 70 del siglo pasado, será enterrado este miércoles, tras el funeral que se oficiará desde las 11.30 horas, en la Iglesia de La Asunción.

lunes, 7 de noviembre de 2022

Un hellin para el recuerdo.Juan López Docón.

Ayer hice otro de mis vídeos llamado un hellin para el recuerdo. Cómo siempre descubriremos fotografías que no conocíamos. 
Espero qué les guste 
 

Calle López del oro.Rafa Gallar.

Esta es la calle López del Oro en obras. De echo se ve en esta fotografía . Aquí vemos al fondo el bar de las Valenciana, y al lado ala derecha la parte de atrás del asilo de ancianos Santa Teresa de Jornet.

Hellin. ...la otra mirada.Juan López Docón.


 Este es un vídeo de fotografías de hellin para el recuerdo.

A este video le puse de nombre Hellin. .la otra miradas, espero les guste.

Fotografía del Mercado de abastos. Rafa Gallar.

Fotografía del antiguo  mercado de abastos, recuerdo que hasta por las calles habían puestos de venta. 
Que bellos recuerdos,  cuándo éramos niños y íbamos con nuestra madre a comprar. 

Auxiliadora, la santa de San Rafael. José Martínez Olivares.



Auxiliadora, la Santa de San Rafael 
La Engracia cuando Juana era apenas un comino, la llevó a una curandera del Pozo de los Perros que tenía mucha fama poniendo las manos. La chiquilla tenía unas migrañas terribles y ningún remedio conocido era capaz de aliviarla. La mujer le tomó la cabeza con las manos mientras musitaba una jerga ininteligible. Juana sintió inmediatamente alivio y su rostro se iluminó, desapareciendo el rictus de dolor: -ya estás curá nena, le dijo la Serafina dándole un cachete.
-No me duele mama-le dijo a la Engracia
-¡Hay que ver que manos tienes Serafina! Dijo la Engracia mientras le daba unas monedas.
Juana jamás volvió a tener migrañas, ni necesitó los auxilios de ningún curandero. Ella nunca tuvo una preparación, pues apenas estudió salvo la primaria, pero adquirió unos conocimientos autodidactas gracias a su curiosidad innata.
A pesar de su experiencia en la niñez, no creía en videntes ni curanderos. Tenía el convencimiento que la existencia de curanderos, videntes y brujos en algunos lugares era una consecuencia del aislamiento, la incultura y la superstición. Ella había leído que la brujería sucedió a la magia en las sociedades primitivas y que ésta última es el estadio anterior a la implantación de las religiones.
Durante muchos años, no volvió a ver, ni oír hablar de curanderos. A su regreso del exilio, oyó hablar de una vidente a la que llamaban la santa que recibía en la calle de San Ginés, en el cerro de San Rafael, muy cerca de su casa. Tenía una gran fama entre las gentes humildes, pero también acudían a su casa gentes de bien que cansadas de que la medicina tradicional fuera incapaz de curarles, acudían a la Auxiliadora, que así se llamaba, llenos de esperanza.
La Ramona le tenía mucha fe y decía que tenía un don especial que le hacía dar un diagnóstico certero y sabía dar con el remedio, unas veces con medicinas tradicionales y otras con hierbas medicinales que ella misma recogía en los campos cercanos.
-La gente acude desde muchos sitios de la región y hasta de Valencia han venido algunos- le dijo la Ramona
-Yo creo que es más ignorancia y superstición que otras cosas. El último recurso de gente desesperada- dijo la Juana.
-Ella no utiliza medios espirituales, solo físicos. No es una vidente en sí que embauca a las gentes hablando de santos y deidades Juana-
-¡Odo! ¿Y dices que es eficaz?-
-En aquellos males que no necesitan cirugía, sí. Las enfermedades mentales, emocionales, físicas y espirituales son su especialidad-
-¡Alumbra! Pues le voy a mandar al Eugenio que anda un poco neurótico-
Durante un tiempo se olvidó de la santa y prosiguió con su vida rutinaria. Pero un cólico nefrítico la llevó a don Eulogio que le prescribió unos calmantes y una dieta. Pero éstos cólicos se repitieron de forma obstinada y los remedios del médico de la calle de Eras no eran efectivos.
Un día la Ramona le sugirió que fuese a ver a la Auxiliadora:-Sé que tu no crees en los curanderos, pero no te costará nada probar-
-¡Atiuste! Eso de que no me va a costar nada lo dices tú-
-¡Mujer! Es una forma de hablar. De todas maneras ella cobra la voluntad-
La recibió en una salita con mesa camilla con sayotas en la que se escondía un brasero acogedor, pues el frío en Hellín ese día era de pronóstico.-Buenas tardes le dijo respondiendo a su saludo. Siéntate junto a mí y no digas nada y estate quieta mientras yo no te diga lo contrario- Juana se sintió un poco intimidada ante el silencio sepulcral que se hizo y se estremeció un poco.
-Relájate y abandona tu prevención nena que no te voy a comer- dijo mientras sonreía ligeramente.
La salita apenas tenía muebles y carecía de estampas y de símbolos religiosos. Le puso las manos en la cabeza y Juana observó cómo sus ojos muy abiertos, giraban de sus órbitas mostrando el blanco amarillento de los globos oculares.
Permaneció de esta guisa durante unos instantes que a la Rubia se le hicieron eternos. De pronto sus ojos volvieron a su ser, y mirándola le dijo: -Nena, tienes una china en el riñón-
Y tomando papel de un bloc escribió con letra torpe: Araldit- Vete a la farmacia de Precioso y compra esto. Te tomas una pastilla por la mañana y otra por la noche hasta que veas que los dolores desaparecen-
Tomó pelo de panocha de panizo y lo envolvió en papel de estraza:-Tomate una infusión de pelo de panocha todas las mañanas en ayunas. Creo que esto será suficiente. Si no ceden los dolores, tendrás que operarte nena-.
El diagnóstico resultó correcto. Pero la piedra era tan grande que tuvo que ser operada en Albacete unos meses más tarde. Las radiografías le dieron la razón a la Auxiliadora y Juana todavía no sabe cómo la curandera pudo adivinar que tenía una piedra en el riñón. Ni quiere saberlo, pues todavía siente escalofríos cuando ve aquellos ojos.

sábado, 5 de noviembre de 2022

Fotografía los caños de la portalí. Juan López Docón.

Bonita estampa de esta fotografía de los caños de la  portalí. Donde íbamos a cojer agua en antaño hoy ha cambiado mucho una gran pena qué estas bellezas antiguas se pierdan.
Fotografía del archivo del autor. 

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