domingo, 5 de febrero de 2023

UN HELLINERO EN EL PARQUE DEL OESTE. JAVIER LÓPEZ GALIACHO


Texto y fotos : JAVIER LÓPEZ-GALIACHO


Un hellinero en el Parque del Oeste

Mientras las gentes llenan el Retiro o la Casa de los secretos mejor guardados de Madrid es su Parque Campo, en esta superficie verde, cercana a las 100 hectáreas entre la carretera de La Coruña, la Ciudad Universitaria y la zo-
na de Moncloa, uno de los puntos donde puede pasear a solas con sus soledades mientras escucha el trino de gorriones, cotorras o mirlos. Alli,entre sus arboledas pérdidas, se libraron algunas de los pasajes.
más sangrientos de nuestra guerra incivil y aún hoy emergen, tres de los 20 búnkeres que en ese lugar se construyeron para ametralladoras. El Parque del Oeste alberga también la rosaleda,más bella de España, con centenares de variedades de rosas y
miles de rosales plantados, que en este tiempo de flor nueva.
son una explosión de perfume. Entre una espesa vegetación de
cedros, tejos, pinsapos, chopos y sequoias, se hallan monumentales esculturas, varias dedicadas a héroes de la Independencia americana como San Martin o Bolívar. Entre esa galeria de héroes forjados en hierro, y en la parte alta del Parque, fue una sorpresa descubrir como albacetense el monumento al hellinero Manuel Cassola y Fernández (1838-1890). Cassola fue una de las grandes figuras del Ejército español del siglo XIX, participando en las campañas de Méjico, Santo Domingo o Cuba y en las insurrecciones carlistas o cantonales. Este ilustre hellinero enfundó la espada y como buen hombre de acción se enroló en la politica. Nombrado ministro de la Guerra en 1887 por Sagasta, fue autor de la primera ley constitutiva del Ejército que
proponía el servicio militar obligatorio, acabándose así con el injusto sistema de wredenciones>. Las clases burguesas impidieron la reforma de Cassola, pero el albacetense pasara a la historia como un precursor y modernizador dell Ejército español. El pedestal de la estatua recoge una de sus frases preferidas que tendríamos todos que memorizar para gestionar nuestras propias vidas: El Ejercito debe estar organizado de suerte que nada tenga que temer de la injusticia, ni esperar del favor.

sábado, 4 de febrero de 2023

Muerte de un torero. Juan López Docón

 Este articulo lo encontré en mi archivo no se quien  lo escribió  pero esta muy bien, salió publicado en un periódico de los de antaño dicho artículo dice así :


MUERTE DE UN TORERO

 

Soñaba con el traje de luces, con una buena faena y salir a hombros de la plaza. En la imaginación de todos los aspirantes al toreo siempre ha resonado el clamor de los aplausos. Quizá por ese afán a la ovación, el maletilla José Ródenas López “El Tarragueñito” llegó a Elche de la Sierra en 1970 para probar fortuna. Desde el otro Elche, el de Alicante, donde trabajaba como pintor, vino con la ilusión de “ser alguien” en el toreo. Solía moverse en pequeños festejos, tenía su carnet reglamentario y animado por los novilleros que iban a lidiar las reses de Gerardo Morcillo, de Santiago de la Espada (Jaén), pensó que era una buena oportunidad. “Mira, apúntate y sales de sobresaliente, pues el que estaba anunciado no ha venido”, le dijeron. Y así lo hizo, “El Tarragueñito” se lanzó al ruedo, dio un par de capotazos y entonces, se le apareció la tragedia.Todo ocurrió la tarde del 17 de septiembre. “Fue a las siete menos cuarto; el muchacho resbaló y el novillo le cogió contra la barrera, lo levantó en alto y la gente de la barrera logró quitarlo de entre los cuernos de la res. Ya el festejo no tenía lucimiento”, así lo describía, unos días después, Antonio Ruescas en la crónica publicada en el diario murciano Línea. Tras el incidente, intervino rápido el doctor Martínez Amores quien pudo hacer una primera cura y constatar “una herida de cinco centímetros en la región glútea derecha”. El maletilla fue trasladado al Centro de Higiene de Elche de la Sierra pero hacia la madrugada comenzó a sentirse peor. Se dispuso un coche para llevarlo a la Residencia Sanitaria de Albacete. Al parecer, en el camino, cerca de Hellín, el chófer le preguntó al muchacho: “¿Quiéres que nos vayamos por la carretera de Pozohondo, que es igual para ir a Albacete, pasamos por el Campillo y ves a tu familia?”. Y el infortunado contestó: “No, alarmaría a mi familia. Es igual, ellos saben que estoy en Elche de Alicante, trabajando, y no me esperan hasta tres meses”Finalmente, el joven albaceteño de 26 años perdió la vida. Según las informaciones de entonces, su familia se enteró por casualidad. El fatídico hecho ocupó portadas de la prensa de sucesos del momento. Publicaciones que deslizaron la idea errónea de la mala atención médica recibida. La historia de este aspirante a figura del toreo ilustró incluso las páginas de los famosos El Caso o ¿Por qué?, donde se lanzaba este gancho a los lectores: “Conozca el drama de un torerito en Elche de la Sierra”. El semanario gráfico de los toros, El Ruedo, también ofreció su visión de los hechos en un artículo titulado, “Cara y Cruz del Toreo”. Y de eso trataba, de la suerte, que sonrió a algunos, muy pocos, como al Cordobés, que se tiraba de espontáneo en sus inicios; o la fortuna que desvió su riqueza ante el “Tarragueñito”. Muchos, como él, se quedaron a mitad del camino, “sin gloria, sin nombre, sin dinero”, se dice en el texto y añade el redactor: “ya ven ustedes cómo un nombre en la torería, la búsqueda para dar salida a la afición y encontrar a su vez satisfacción y millones posee, en todas las ocasiones, el tributo de sangre y, en varias, con él, llega la muerte sin apenas el ilusionado torerillo haber ganado lo suficiente para comprarse un vestido de luces”.

Precisamente, tal y como contaba ABC, en agosto de este mismo año de 1970, en la plaza improvisada de Bogarra, el novillero Miguel Tárrega “El Amargao”, se libró por poco del fatal porvenir. El destino del hombre ha estado ligado al toro desde hace miles de años. Según ha contado la historiadora Blanca Gamo, “el toro es un representante de la divinidad y como tal una de sus funciones es proteger a los difuntos”. La cultura ibérica, tan presente en nuestra provincia, ha dejado grandes joyas arqueológicas relacionadas con este mítico animal. Más cerca en el tiempo, desde 1829, ya existe plaza de toros en Albacete. Se construyó para cinco años y duró décadas. En el viejo coso falleció un banderillero, Juan Mula, conocido por el Oliverito. “El toro lo volteó resultando el diestro con grave conmoción, siendo trasladado a la enfermería y de allí a casa del antiguo matador Cándido Martínez “El Manchego” en donde falleció a las pocas horas”, publicaba el Eco de Cartagena el 26 de junio de 1908. Dramáticamente, con solo unos meses de diferencia, su hermano también murió en la plaza de La Roda. Y el 9 de septiembre de 1913, como cuenta Alberto Mateos Arcángel en el mítico libro “Del Albacete antiguo”, el picador Artillero, de nombre Bautista Santonja Rasón, “fue derribado de salida por el primer astado de la tarde, produciéndole tremendo trauma en el vientre y conmoción cerebral. Al siguiente día, habiéndosele declarado la peritonitis, falleció en el Hotel España”.En 1917 se construyó la nueva plaza de toros de Albacete, costó 546.840,43 pesetas y, en sus primeros tiempos, la obra generó debate periodístico en la ciudad. El diario especializado La Ovación titulaba que se hundía recién hecha. Se subsanaron los desperfectos y empezó una larga historia de tardes de éxitos y algún que otro suceso luctuoso. Por aquí pasaron Juan Belmonte, Sanchez Mejías y Enrique Pérez alias “Torerito de Valencia”, quien el 28 de septiembre de 1919 recibió una cornada en el lado izquierdo del pecho. Murió días después. El fotógrafo Julián Collado captó el asolador retrato de su entierro. La imagen puede verse en el libro de Alberto Mateos, quien además apunta que los restos mortales estuvieron expuestos en el Hospital Provincial. El retrato no deja indiferente a quien lo mira: el ataúd abierto, la cuadrilla alrededor y el infortunado en medio de la escena.

A otros toreros, la tragedia les rozó en Albacete. El famoso Manolete sufrió aquí un percance que le tuvo algún día hospitalizado en la ciudad, como mostramos en una de las imágenes. Ocurrió el 11 de septiembre de 1943. Aparte del puntazo de pronóstico reservado, “un energúmeno le insultó desde el tendido y el subalterno Alfredo David le replicó; el agresor, entonces, le arrojó una botella que no llegó a hacer impacto”, contaban en la Crónica de Albacete más de cincuenta años después. Demetrio Gutiérrez y José Sánchez de la Rosa explicaban en aquel número especial más detalles sobre Manolete y Albacete. Y es el que mito taurino del franquismo tenía raíces albaceteñas, su madre había nacido y se había criado aquí. En más de diez ocasiones, actuó en las plazas de Albacete y Hellín, la última en 1945. Solo unas docenas de faenas después, el torero se encontró con su destino. La muerte le esperaba en Linares, una tarde de agosto de 1947. Aquel ídolo de masas conmocionó a la España de posguerra.Y durante años, el drama se olvidó de Albacete. Eso sí, algunos toreros de la tierra se dejaron la piel en otras latitudes. Los novilleros Ricardo López, en Castellar de Santisteban, en 1957 y en 1967, Ángel Alcaraz “Angelete”, en Torre Pacheco. Quizá pocos se acuerden de ellos. Lo que no ha desaparecido de la memoria de muchas personas es la tarde del 14 de septiembre de 1981. Feria de Albacete. Sale el quinto toro de la corrida, “Sospechoso”, y salta a la arena Fernando Eles “el Chocolate”. El espontáneo, ante la mirada de alguien que también lo fue, “El Cordobés”, es arrollado por el morlaco y ya en el suelo, recibe dos cornadas que le causan la muerte en ese mismo instante. Una imagen que dio la vuelta al mundo gracias a las instantáneas captadas por los fotógrafos, en especial la de Manuel Podio, que se publicó internacionalmente.Aquella muerte, casi en directo, impresionó tanto que algunos dejaron de ir a los toros. La estampa del espanto quedó impresa para siempre en quien lo presenció. Un desafortunado muchacho que intentó emular a otros que sí triunfaron. Movido por la sed de progreso, guiado por la inconsciencia del peligro, tal vez, alentado por una meta que muy pocos alcanzan. Su historia es la de un soñador más que buscándose la vida, la perdió.

 

 

UN POCO DE HISTORIA: LA FIESTA DE LA CANDELARIA EN HELLÍN. por La Cofradía del Rosario

UN POCO DE HISTORIA: LA FIESTA DE LA CANDELARIA EN HELLÍN

La Fiesta de la Purificación de María, conocida popularmente como "La Candelaria", ha sido una de las festividades que durante varios siglos la Cofradía del Rosario ha celebrado en honor de la Santísima Virgen.

Los Estatutos de la Cofradía aprobados por el Obispado de Cartagena en 1737 señalaban: "Que en el día de la Purificación de Ntra. Sra. en el que ha sido costumbre conducir solemnemente a dicha Señora del Rosario a la parroquial de dicha Villa para celebridad de dicho día pondrán los Mayordomos la cera que ha sido estilo poner en el altar donde se coloca dicha Imagen para su mayor obsequio".
Así, nos encontramos que con motivo de esta fiesta era celebrado en el Santuario del Rosario un Novenario y una vez que finalizaba éste el 1 de febrero, la imagen de la Virgen era trasladada hasta la Iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción donde tenían lugar Vísperas Solemnes.

En la madrugada del 2 de febrero se llevaba a cabo una "alborada" con repiqueteo de campanas y pólvora para anunciar la fiesta a la población, mientras que a media mañana tenía lugar una solemne Misa, con la bendición de las candelas y procesión por el interior del templo. En dicho cortejo estaban presentes los palomos o tórtolas y el "royo de la Candelaria", que posteriormente se sorteaba. Como curiosidad, este dulce costó sesenta reales en 1741.
Por la tarde, la Virgen del Rosario regresaba a su Santuario estando presentes en todos estos actos las autoridades locales.

Actualmente la festividad de "La Candelaria" ha quedado reducida a la celebración religiosa del 2 de febrero que tiene lugar en el Santuario del Rosario. A pesar de ello, se siguen conservando ritos propios de la fiesta como la bendición de las candelas, las cuales en otros tiempos eran conservadas durante todo el año porque se consideraba que protegían a quiénes las tenían en momentos de dificultad.

También las tórtolas continúan estando presentes, las cuales son regaladas por la familia Espinosa, continuando una tradición familiar de muchos años, y adornadas por las religiosas Clarisas. Una antigua costumbre señala que el sacerdote que celebra la Eucaristía sea obsequiado con las tórtolas, siendo normal que él las regale a otras personas.

El antiguo "Rollo" fue sustituido hace ya muchos años por la tradicional "Tortada de la Candelaria", la cual sigue siendo sorteada, para lo cual se venden papeletas durante las semanas anteriores.

Un rito que fue incorporado a la celebración de este día fue el de la presentación de los niños a la Santísima Virgen, algo que ha recalado fuertemente entre los hellineros, haciendo que esta festividad de siglos siga estando asentada dentro de la Cofradía del Rosario.

Fuente: EMILIANO (1989). Fiestas de Hellín: La Candelaria. Revista Zahora, nº 10. Pp.33-34.

📷 Juan Antonio Marin

viernes, 3 de febrero de 2023

Raíces poemas de Antonio García Felipe.

RAÍCES

Me sabe a sal la distancia
y a tierra dulce de Hellín,
y a luz de Semana Santa
y a tambor de mi existir
mi mañana enamorada.

Y a esparto, y a gente buena
luchando por su vivir,
y a Virgencica morena
mirando en su camarín
por sus hijos y sus penas.

Me llena de madrugadas 
que amanecen mis dolores
la luz de tu Viernes Santo,
arrancando de mi llanto
las lágrimas de sus flores.

Y me descansan sintiendo
que la vida es un sentir
que después del Cristo Muerto
vuelve de nuevo a vivir 
la mañana del Encuentro.

Antonio García Felipe.

Poema recogido en mi obra titulada "Entre el corazón y la memoria".
Reservados todos los derechos.

Fotos tomadas del Archivo Municipal de Hellín. Fondo fotográfico Mungía - Oñate.

LA FIESTA DE LA NATIVIDAD ...ó Candelaria .Juan López Docón

LA FIESTA DE LA NATIVIDAD ...ó Candelaria 

La Iglesia celebra cada 8 de septiembre la fiesta de la Natividad o del Nacimiento de la Santísima Virgen. Muchas ciudades y pueblos honran a María en esta jornada bajo distintos títulos o advocaciones.

La festividad de la Natividad también fue celebrada en Hellín por la Cofradía de Ntra. Sra. del Rosario hasta hace relativamente poco tiempo, siendo una de las tres grandes celebraciones que se llevaban a cabo a lo largo del año junto con las fiestas de la Purificación o "La Candelaria" (2 de febrero) y la festividad del Rosario (primer domingo del mes de octubre). Tras la Coronación de la Virgen (1955) se instaurarían las celebraciones del mes de mayo tal y como las conocemos hoy. 

Los Estatutos de la Cofradía del Rosario aprobados en Murcia en 1737 establecen que esta fiesta de la Natividad de la Virgen debía ser celebrada con vísperas, procesión, Misa con diáconos y sermón, debiéndose pagar 45 reales al predicador, 15 reales por la música y 12 reales por los derechos de Misa. 

La fiesta de la Natividad, al igual que sucedía con la de la Candelaria, era preparada con la celebración de un Novenario que se celebraba en el Santuario del Rosario. Una vez finalizado éste, se procedía a trasladar a la venerada imagen de la Santísima Virgen del Rosario al Templo de Ntra. Sra. de la Asunción, lugar donde el 8 de septiembre se celebraba la festividad con una solemne función religiosa. Posteriormente, la imagen retornaba en procesión hasta su Santuario. 

Durante siglos así fue celebrada esta fiesta, hasta que bien entrada la segunda mitad del siglo XX, se suprimen los traslados a la Iglesia de la Asunción y las celebraciones de la Natividad y también de la Purificación (Candelaria) van a tener como escenario el propio Santuario de la Virgen. 

Fue costumbre que el Novenario de la festividad de la Natividad fuese preparado por los seminaristas hellineros, ya que los mismos no podían asistir a la fiesta del Rosario en octubre por haber comenzado el curso en el Seminario. 
También estaba instaurada la costumbre que se encargara de predicar en esta fiesta un sacerdote natural de Hellín, prefiriéndose siempre que fuese el que más recientemente hubiese sido ordenado. 

👉 La festividad de la Natividad de Ntra. Sra. fue dejada de celebrar hace décadas por la Cofradía del Rosario dejando perder una de sus costumbres más antiguas. Quizás sería aconsejable que al igual que mantenemos la celebración de "La Candelaria", se recuperara esta fiesta celebrada en torno a la Virgen del Rosario. 

Martínez García, Emiliano (1952). Historia del culto a la Santísima Virgen del Rosario, Patrona de Hellín. Revista "Macanaz" nº 3, pp. 51-62.

 Hellín por su Patrona (2005). Libro del 50 Aniversario de la Coronación Canónica de la Santísima Virgen del Rosario, Patrona de Hellín.
 Foto 1: Antigua imagen de la Virgen del Rosario (destruida durante la Guerra Civil) situada a los pies de las escaleras que dan acceso al Altar Mayor del Santuario; Foto 2: Estampa con la imagen actual datada alrededor de 1950.
Fotografías del Archivo de Antonio Moreno García, Cronista Oficial de Hellín.

jueves, 2 de febrero de 2023

Secretos de la Virgen de la Soledad, ¿sera verdad ? Curro Peñalver.

Secretos de la Virgen de la Soledad, ¿sera verdad ?




Un  familiar muy lejano de mi padre, Marcos, de apellido Gil como mi padre, (Murcia) escultor, comento que la imagen de la Soledad, eran obra de ROQUE LOPEZ, otro escultor de Mula, discípulo de Salzillo 

Según consta en varios archivos

Veamos

Nuestra Señora de la Soledad, imagen que se encuentra en Hellín con anterioridad a 1882, siendo la más antigua de cuantas desfilan en Semana Santa de esta localidad. Autor desconocido,

Los archivos dicen….

Las preferencias de la época, ya  con tendencia  a lo útil, se nos ofrece en algunos casos curiosísimos encargos a Roque López, en 1791 registra una Virgen del Rosario “que sirva de Soledad”, era años de mucha crisis, según se desprende la soledad y la virgen del rosario, eran la misma imagen, hasta que en guerra, la ocultaron y en 1939, se hizo una imagen del la Virgen del rosario actual

Tres años después 

En Hellín , la Inmaculada Concepción ,de siete palmos, para vestir, con peana y devanaderas, que en 360 reales hizo en 1794 para Hellín, no existen fotos ni nadie da mas noticias, sino que era muy bonita y fue quemada en el año 1936,según el comunicado de Don Antonio Sánchez Gonzáles Sr. Aciprés de la diócesis de Cartagena

Una joven mata a su novio en un baile de Carnaval en el año 1927 en Hellín..Juan López Docón .


Una joven mata a su novio en un baile de Carnaval en el año 1927 en Hellín.


El teatro principal sitio en donde se aconteció el crimen en los Carnavales de 1927.

Los hechos tuvieron lugar en 1927. Fue en el Teatro Principal de nuestra ciudad, durante la celebración de un baile de máscaras. Generosa López, de 20 años, mató con un cuchillo a su novio Rafael Montoya, de 23, al no haber cumplido este su promesa de casarse con ella. Numerosos diarios se hicieron eco de esta luctuosa noticia.
Destacan las crónicas de El Liberal de Murcia (9/3/1927) y del Diario de Córdoba (10/3/1927) y que pasamos a reproducir:

Una joven mata a su novio de una puñalada, en un baile de máscaras.

En la madrugada de hoy, cuando más animando estaba el baile de máscaras celebrado en el Teatro Principal de esta población, ha ocurrido un sangriento suceso.
La joven de 20 años, Generosa López Selva, vestida de máscara, buscó a su novio Rafael Montoya, de 23 años, el cual le había abandonado dejándole dos hijos y ante sus ruegos o amenazas le ofreció casarse con ella al regresar de cumplir sus deberes militares.
Cumplidos éstos, Rafael regresó al pueblo, no recordó su ofrecimiento, y si su novia le recordó algo, no le hizo caso, y se dedicó a hacerle el amor a otras mujeres.
Hoy fué a buscarle al baile para rogarle nuevamente no le abandonase, encontrándolo bailando con otra mujer vestida de máscara.
Generosa, ciega de ira, sacó un cuchillo y se lo clavó en el pecho, cayendo muerto en el acto.
La confusión que produjo fue enorme, el público se atropelló por salir, pero la agresora con sangre fría entregó el cuchillo a la Policía, que prestaba sus servicios en el local y se dispuso a ir detenida, quitándose la careta y diciendo que ella no hacía nada contra nadie, pues aquí lo había hecho para escarmiento de los hombres sin conciencia y faltos de memoria.

El Liberal de Murcia (9/3/1927)


El crimen de una mujer

Hellín, pueblo manchego que tiene fama por la hermosura de sus mujeres, ha sido teatro de un drama pasional, no por desdeñado como idea temática por los dramaturgos contemporáneos, indigno de atención para los sociólogos y los legisladores como problema vivo en las relaciones del amor actual.
Mientras anden sueltos los hombres «guapos­» y a las mujeres ­«seducidas» les cierre la conciencia pública las puertas de la compasión para no dejarlas en la pública plazuela de los repudios, ale­teará el drama pasional armando las ma­nos para el crimen o arrastrando a las almas al encanallamiento de la vida amargada, sin moral y sin fe.
Copiamos de la sección telefónica de nuestro numero de ayer:
«Albacete.—Se han tenido noticias de un trágico suceso ocurrido en Hellín, la noche del baile de Piñata.
La joven de veinte años Generosa Ló­pez Silva se dirigió, disfrazada, al Teatro Principal, donde se celebraba un baile, y buscó a su novio, Rafael Montoya, de quien tenía un hijo.
Rafael la había prometido en diferen­tes ocasiones casarse, pero jamás lleva­ba trazas de cumplir el ofrecimiento.
Generosa López le pidió que renovara su promesa y como él se negara a ello, lo acometió con un cuchillo y le produ­jo una herida en el pecho, que le causó la muerte en el acto.
La agresora fue detenida».
El telefonema suscita un amplio y conmovedor comentario. No vamos a volcar sobre él un torrente de literatu­ra condolida y sentimental.
Desdichado el hombre que sucumbe acuchillado por la madre de su hijo. In­fortunada la joven mujer que salta del amor a la cárcel dejando tirada, inocente y sola, a una criatura.
Hemos glosado el telefonema por in­clinación humana y piadosa hacia un orden de cosas mejor.
Generosa López, la madre homicida, ha matado.
¿Por qué?
Hay una respuesta abrumadora, que casi la exime de la tremenda culpabi­lidad.
Leyes nuevas y una moral social más severa y a la vez más humana, deberán borrar después de un crimen toda ra­zón absolutoria y antes del crimen todo móvil justificador.

Joaquín P. Madrigal 
Diario de Córdoba (1/3/1927)

 
 
 
 





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