domingo, 26 de febrero de 2023

Despertares. José Martínez Olvares

 












Despertares


Alumbra el sol por el Pino dorando los tejados del Barbudo, bañando las paredes hellineras, y resaltando esos colores que sirven para personalizar los humildes hogares desnudos de atributos, aunque los jabelgues y añiles reflejan los rayos de luz. Las sombras remarcan los volúmenes prismáticos que se escalonan en los cerros agrestes dramatizando las vistas.Los primeros rayos de sol encienden la calle Cumbre y van descendiendo poco a poco alumbrando la del Alba hasta alcanzar la calle Vía, donde un perro vagabundo se estiraza abriendo las fauces y se dispone a buscar el primer mendrugo. Cosa poco probable, como delatan sus magras carnes. Un gallo saluda el alba con su canto estridente y otros se suman al alboroto de la mañana en el Paseo del Pino, todavía en sombras. Alguno señala su territorio y otros le responden señalando el propio. La ciudad empieza a bullir y los despertadores sobresaltan, que no desperezan, a los hellineros más madrugadores. Huele a café recalentado que se consume con prisas y tostadas con mantequilla de la Asturiana y mermelada Hero de melocotón, pues las madalenas se han acabado- Tengo que ir a la Bañona-, piensa Juana, mientras prepara el bocadillo de Eulogio y lo envuelve en papel de estraza.El tráfago rompe el silencio del pueblo, hasta hace apenas un momento dormido y de las ventanas abiertas de par en par, para que se oreen las casas, y espolsar los paños, surgen los ecos de las últimas noticias del parte de Radio Nacional.Un tren de mercancías silba a su paso por el puente de la Sangrera haciendo vibrar los cristales de algunas casas y su tra-ca-ta se desvanece en la curva del Pino lentamente. Hace fresco todavía y la beata se estremece arrebujándose en la toquilla, mientras aviva el paso, pues ha sonado el último toque en la Asunción.


Ese sol que nos baña


Juana suspira en la cocina viendo

Como asoma nítido el sol por el Pino

Pintando de dorado las tejas primero,

Y bañando después los muros hellineros

Con esa luz, que resalta los jabelgues,

Y los añiles de su pueblo

Que despierta libre de las sombras,

Aunque éstas, nunca lo oscurecieron,

Pues no se puede apagar lo que alumbra,

Y que muchos años amanecie


Calle Naranjos. José Martínez Olivares.

 Naranjos, calle

Entre Naranjos

Se dibujó la calle

De olor a flores

En las primeras décadas del siglo XX, se inicia la gran expansión urbana de Hellín a consecuencia del florecimiento económico de la ciudad. Es entonces cuando las autoridades municipales pretenden remodelar la zona entre la Plaza de la Iglesia y la carretera de Jaén. El obstáculo era la inmensa finca de los Naranjos propiedad de Antonio Falcón Velasco (1867-1922) que hacía de tapón y que ocupaba un inmenso solar entre General Cassola y periodista Antonio Andújar. Este siempre se negó a enajenar el solar y es con motivo de la llegada del Frente Popular a la alcaldía, cuando se decide por utilidad pública, la expropiación de terrenos y viviendas, dando un plazo mínimo para el desalojo de las mismas. El resultado: trazado rectilíneo de una de las calles más importantes de Hellín y que a pesar de la negativa del propietario y periodista Antonio Falcón, propulsó su enriquecimiento y el de la ciudad, siendo una de las decisiones políticas más benéficas en su conjunto de la que ha tomado un consistorio local. Pero no solo se construyó esa calle en el Huerto de los Naranjos, sino que desde General Cassola, haciendo codo, se trazó otra que atravesaba la nueva calle Falcón y moría en la calle Empedrada, actual Martínez Parras. Tras la guerra civil. En 1940 la calle sin nombre de reciente apertura en el llamado Huerto de los Naranjos, se rotuló como calle del 18 de julio. En los años 50 se le conocía como Travesía de General Cassola hasta tomar el nombre del alcalde Manuel Precioso Lafuente (1887-1947), farmacéutico y periodista. María Del Carmen Tomás Buendía me escribió con motivo de la descripción de la calle General Cassola, que su suegra, Dolores Casanova, donó al excelentísimo Ayuntamiento parte del huerto para que abrieran la calle. Esto lo cuento, escribió, porque es historia de Hellín. Lo mismo que me gusta saber la historia de otras calles y de otras casas.

En el número 1 existía la antigua finca de Matilde Izquierdo Ruiz. Todos los días, durante el tiempo en que asistía clase en la escuela de don José Báidez, recorría ese tramo de la calle, para tomar Soledad y posteriormente Barbarroja. Por la tapia de la finca asomaban durante la floración las pasionarias, esas flores que semejan los estigmas de la pasión y que tienen un néctar dulcísimo.

A finales del siglo XIX se nombraba como Naranjos la actual calle General Cassola. En esta calle vivió José Figueroa Ríos, médico cirujano fundador del periódico republicano el Amigo del Pueblo que tenía su sede en la calle Naranjos 9, casi esquina de la actual y que publicó entre 1888-1895. Figueroa, republicano y masón director así mismo del semanario masónico la Reforma y autor del folleto La Francmasonería, murió a los 33 años y a la hora de su enterramiento, el párroco mandó cerrar las puertas del cementerio alegando la condición de no católico del finado y conminando a que fuese enterrado a las puertas del camposanto a bien de que todos los que accedieran a él tuvieran que pisarlo. Pero gracias a la intersección de Don Dionisio Fernández Asencio, amigo del fallecido, no se llevaron a término las ideas del párroco.

Cuentan las crónicas de la época, que el entierro civil fue acompañado por unas mil personas presididas por su hermano José María. El ataúd portaba cuatro coronas: en la cabeza, la del Amigo del Pueblo; a los pies la de la Francmasonería y a ambos lados dos coronas de las tendencias republicanas, la federal y la progresista.


José Martínez Olivares

Dolorosa de Salcillo, Juan López Docón.

Fotografía de nuestra virgen La Dolorosa de hellin, esta fotografía salió publicada en el Semanario HELLIN .
Dicha fotografía es antigua de echo ya se ve.

Dos fotografías antiguas de nuestro hellin. Juan López Docón

Hoy les dejo con estas dos fotografías de nuestro hellin antiguo, vuelvo a decir que es una gran pena que lo antiguo lo estemos destrozado, espero les guste

Una escultora hellinera desconocida: Amelia Carpena Precioso. Juan López Docón.


Una escultora hellinera desconocida: Amelia Carpena Precioso, nacida en 1901, a quien vemos trabajando en esta imagen que se exhibió en una interesante exposición de arte a principio de los años 10 en Madrid y que mercctó el elogio por parte de cierta prensa nacional de aquella época.
Fue discipula del insigne Mariano Benlliure e
hija del conocido sabio Fructuoso Carpena 
Amelia Carpena. Poseedora de una exquisita
personalidad, estuvo acogida durante varios años en el Convento de las Claras hasta la década de los 60. En algunas ocasiones se le veia por la, calle casi siempre para asistir a actos religiosos vestida de forma nada común en aquella época.
(fotos cedidas por José Zamorano y Rafael López Morales).

sábado, 25 de febrero de 2023

Fotografia La primitiva cárcel del pueblo.Juan López Docón.

La primitiva cárcel del pueblo estuvo en la
Puerta de Ali (Portali). pero con el paso del
tiempo y debido a las condiciones tan malas que en un momento reunía, hubo varios intentos de trasladarla de sitio.
Se penso en el viejo Coliseo. Cerro de Santa Bárbara y el viejo Convento Franciscano. Al final pasó a las falsas de dicho Convento hasta que siendo alcalde Martinez Parras, en 1929, se levantó este nuevo edificio llamado Prisión Preventiva, que en sus últimos años
(1960-70) se utilizó como Destacamento de la Agrupación de Tráfico. Hoy está desaparecido y en su solar se alza el actual Cuartel de la Guardia Civil.
(Foto cedida por D. Joaquin Martinez Morcillo).

Fotografia de la casa de los baños de Paco.. Juan López Docón.

"`Casa de los baños de Paco". conocida asi
porque desde los años  antiguo y hasta 1930 en que se estableció el servicio de agua a domicilio,existian unos baños públicos a los que acudia la gente de alta alcurnia del pueblo. Su dueño era Francisco López Granero.De ahi el titulo de los "Baños de Paco". Se halla todavia en pie, entre las calles Benito Toboso y Baños.
Al Norte del monticulo, se inicia en la de Benito Toboso para rematar en la del Aire, a través de una espectacular pendiente.
Tal nombre no le viene por la existencia de ningunas termas romanas, como
algunos creen, sino por una casa de baños públicos creada por la segunda década
de este siglo, conocidos por Baños de Paco (que era su dueño). El establecimiento
tuvo una favorable acogida hasta tanto se estableció el servicio de agua a domicilio, allá por los años 1930, gracias a la óptima gestión del alcalde Martinez Parras. A partir de entonces, dejó de tener razón de ser. El edificio que albergaba estos baños -todavia en pie- da fachada a la calle de Benito Toboso.

Información facilitada por Alejandro Tomás Ibáñez , Antonio Moreno García y Antonio Ruescas Cano.
Fotografia Antonio Moreno 

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