En la provincia Albacete, en la sierra de Alcaraz,
mataron allí al Pernales, también al Niño del Arahal.
Esa quizá sean las frases que más gente conozca sobre el Pernales. La mayoría seguramente siquiera conozca la figura del Pernales, ya que es una historia que tras 110 años ha quedado prácticamente en el olvido. Las historias que hemos mamado durante las últimas cinco o seis décadas vienen por un lado de la aculturación anglosajona y por la represión de cierta parte de la cultura y tradición popular que tuvo España a lo largo de casi cuatro décadas.
Seguramente la gran mayoría de vosotros conozca (aunque sólo sea de oídas) la figura de Billy el Niño o la de Jesse James. Fueron forajidos del lejano oeste, muchas veces llevados a la gran pantalla por producciones norteamericanas. Las películas del oeste fueron un género de éxito de Hollywood y, como es normal, ha terminado formando parte de nuestro acervo popular. Pero en España también tenemos nuestros propios forajidos, los llamados bandoleros andaluces. Fueron muchos los que habitaron las distintas serranías del sur de España, pero hoy me quedaré con uno que la tradición oral ha tratado bastante bien:
Francisco Ríos González, El Pernales.
Al hablar de la figura del Pernales, tenemos que distinguir desde el principio el personaje de la persona y siempre dejando clara la realidad. Por muy atractivo que sea el personaje, la persona fue deleznable. Fue un ladrón, fue un asesino, fue un maltratador, fue un violador y siempre creyó estar por encima de cualquier otro individuo. Pero la persona también tuvo un trasfondo, un entorno en el que creció y unas condiciones que le hicieron ser lo que fue.
Lo primero que tenemos que hacer es entender el contexto histórico y la sociedad de la época. Francisco Ríos González nació 1879 en Estepa (Sevilla), un pueblo que ya era entonces famoso por bandoleros como el Lero y donde en la juventud de Francisco aparecería el Vivillo. Hasta los 10 años estuvo viviendo con su familia, la cual únicamente se valía para el sustento del escaso trabajo del padre. Éste, para complementar los limitados ingresos, de vez en cuando hacía alguna incursión en busca de comida en fincas de propiedad privada. Tras dos años trabajando como cabrero, Francisco volvió con su familia donde comenzó a trabajar con su padre, tanto en la labor en sí como en los pequeños hurtos.
Por lo que cuentan las crónicas, los enfrentamientos con la Guardia Civil fueron varios, y en alguna ocasión se llevaron ambos alguna paliza, cosa que debió de marcar fuertemente a Francisco en los años venideros. Poco a poco se fue influenciando por un entorno delictivo y de miseria, Francisco se convirtió en un ratero. Pero al cumplir los 21 años de edad, en uno de esos encontronazos con la Guardia Civil, su padre recibe un golpe que termina siendo fatal.
Ni siquiera esto puede considerarse como un punto de inflexión. El Pernales sigue con robos de poca monda e incluso contrae matrimonio con María de las Nieves Caballero en el año 1901.
Pero de algún modo, la crueldad va creciendo en El Pernales. Son muchos los hechos que podrían resaltarse, pero quizá el mas destacable es cómo marcó a sus dos hijas recién nacidas con una moneda puesta en las brasas. Esto provocó que tres años después de casarse, en el 1904, María de las Nieves lo abandonase con sus dos hijas dejando a Francisco solo. Este es el momento en el que Francisco, ratero profesional, pasa a convertirse en El Pernales, uno de los bandoleros más recordados de la historia de España.
Desde este momento, podemos contar con tres años en activos en los que El Pernales. Podría describir durante párrafos y párrafos los robos, asesinatos, torturas, violaciones, emboscadas, encarcelamientos y, en general, la tortuosa vida que llevó él y toda su banda durante este tiempo. La complejidad de sus actuaciones también fue en aumento. En los últimos años de su vida practicó la extorsión, los secuestros y otro tipo de técnicas que fácilmente se considerarían a día de hoy mafiosas. Precisamente la extorsión a los ricos fue lo que le pudo dar algo de simpatía entre los más pobres.
Por sorprendente que pueda parecer, consiguió encontrar a otra mujer que le aguantase, Conchilla. Aparentemente no sólo sin coartar su libertad, si no que incluso colaboró con el Pernales en algunas de sus actuaciones. Con ella estuvo ligado hasta el final de sus días, cuando incluso intentaron huir hacia las américas. Pero la publicación de una jugosa recompensa por la cabeza del Pernales truncaron estos planes, mandando a Conchilla embarazada a Valencia, mientras el Pernales se volvía a esconderse a la serranía.
El 31 de agosto, El Pernales y el Niño de Arahal fueron abatidos por la Guardia Civil en la Sierra de Alcarar, en Albacete. Los cuerpos de ambos fueron expuestos públicamente a petición del gobernador. Conchilla por su parte también fue declarada culpable de cómplice, poco después de dar luz al tercer hijo de El Pernales. Pasó la práctica totalidad del resto de su vida en la cárcel.
Y hasta aquí la historia de la persona.Ahora vayamos con la historia del personaje.
Ya en el momento de la muerte de El Pernales a manos de la Guardia Civil, fueron varias las publicaciones con intenciones biográficas sobre la historia de El Pernales. Muchas de ellas, posiblemente a causa del romanticismo reinante en la época, ensalzaban la idea de un bandolero que robaba a los ricos para dar dinero a los pobres. Los datos, como hemos contado anteriormente, distan mucho de este relato. Es posible que en alguna ocasión hiciera algún favor a alguna familia poco favorecida y, seguramente robase mucho más a los ricos que a los pobres. Porque una cosa hay que tener clara, ¿qué se le puede robar a un pobre?
La publicación a la que pertenece la ilustración que he utilizado arriba fue publicada se trata de un pliego de cuatro páginas en las que a modo de poema se relata la vida endulzada del Pernales. Para empezar la imagen que ilustra el texto muestra al Pernales como un cariñoso padre, de lo cual podemos dudar mucho por lo contado en la historia de la persona. Lo siguiente recalcable es cómo trata de malvados o de competidores a todos aquellos contra los que el Pernales tiene algún encuentro. E incluso hacia el final, poco antes de relatar su muerte, habla de las muestras de cariños e intenciones de dejar la vida de bandolero.
En la misma línea que esta publicación se hicieron varias otras, como una colección de tangos dedicados al Cierre de las Tabernas y a la muerte del Pernales en 1907 o un tomo de una colección de principios del siglo XX dedicada a los bandoleros más famosos de Andalucía. En ambos casos la figura del Pernales salía claramente favorecido, al presentarse como un defensor Robin Hood andaluz, con ciertos comportamientos delincuentes.
Pero sin duda, lo que ha sido más generoso con el personaje del Pernales ha sido la tradición oral. El Romance del Pernales es lo que ha llegado a nuestros días con múltiples adaptaciones. Incluso fue parcialmente recuperado por el Nuevo Mester de Juglaría en su disco El Romance de El Pernales. Las adaptaciones del romance son múltiples, pero quizá la letra más popular que aún se canta hoy de forma tradicional es la que sigue:
En la provincia Albacete, en la sierra de Alcaraz,
mataron allí al Pernales, también al Niño del Arahal.Destino suyo ha sío, el ser extraños por estas tierra,
al preguntarle a un guarda, cual es el camino que lleva a la sierra.El guarda les indicó el camino, y a Villaverde se ha encaminao,
y al llegar al señor juez le cuenta todo lo que ha pasao.El señor Juez al momento, mando llamar a la Guardia Civil,
«Todas las tropas que haya para la sierra tién que salir.Salieron dos de a pié, tres de a caballo, con un guía y un asistente,
y a la cabeza que hacían que iba un bravo teniente.Al pasar las cordilleras a los bandidos el alto les dió,
y a los muy pocos momentos, el Niño al suelo cayó.Pernales, le dice al Niño: «Dame la mano, vamos a ellos no hay que temer, si no nos matan esta mañana, un mal recuerdo van a tener»
A los muy pocos momentos, Pernales al suelo caía,
dos cadáveres en un carro a Bienservida se conducían.Y el pueblo entero lloraba, con mucha pena y mucho dolor
de ver a los dos bandidos, tiráitos en un serón.Pernales que en toda su vida no ha matado a ningún hombre,
y el dinero que robaba lo repartía entre los pobres.En la provincia Albacete, en la sierra de Alcaráz,
mataron allí al Pernales, también al Niño del Arahal.En la provincia Albacete, en la sierra de Alcaráz,
mataron allí al Pernales, también al Niño del Arahal.
En este texto se puede apreciar una diferencia aún más grande entre el personaje y la persona. Aquí desaparece todo rasgo de criminalidad para dotar al Pernales de un aura de valentía y lucha por los pobres que no podría distar más de la realidad.
El Pernales en cierto modo puede considerarse como un antihéroe, esa figura que tanto han popularizado las series norteamericanas bajo el nombre de Walter White, Tony Soprano o Pablo Escobar. El Pernales fue un tipo despreciable, desde prácticamente cualquier punto de vista… pero la cultura popular tiende a crear héroes para intentar explicar las pocas opciones que algunas veces deja la vida, sobre todo en un momento de la historia que la vida es tan difícil y la vida vale tan poco. Bien merecería.
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