En el siglo XIX, en muchas ciudades y por razones de higiene, sanidad y salubridad, los cementerios se ubicaron en las afueras de la población.

Así sucedió en Hellín; pero el cementerio construido a comienzos del siglo XIX (chimeneas de Garaulet) pronto quedó pequeño y se vio la necesidad de construir uno más amplio. Elegir la nueva ubicación no fue tarea fácil.

El arquitecto Justo Millán Espinosa realizó un proyecto de cementerio en 1879, que de haberse llevado a cabo, tendría hoy una portada monumental.







El tiempo transcurría sin que la obra se ejecutase pues era elevadísimo hacer frente al coste de la construcción del Cementerio y al pago de los terrenos.

En 1885 en una sesión de Pleno celebrada en el mes de marzo, la corporación acuerda que se cambie el emplazamiento original, que estaba en Escunatar, en terrenos de la capellanía de Blas García, según el proyecto de Justo Millán,
por el nuevo emplazamiento en el "Corral del Romano" y finalmente realiza el nuevo proyecto el arquitecto provincial Joaquín María Fernández y Menéndez Valdés.


Años más tarde, en 1907, vuelve a rematar el proyecto, con la construcción de la fachada y portada principal que conocemos, Justo Millán Espinosa, siendo alcalde su hijo, Justo Millán Villote, y de esta fecha es el acta de bendición del nuevo camposanto.




Más de cien años después, en 2013 se estudia cómo ampliar el cementerio municipal de Hellín y se le acaba de dotar de un callejero para facilitar la orientación en el mismo y la ubicación de panteones y nichos.
http://www.elobjetivodehellin.com/index.php/component/k2/item/360-el-cementerio-mejora-su-senalizacion-en-visperas-de-todos-los-santos