domingo, 19 de noviembre de 2023

FEBRERO...EL MES DEL AMOR .Sol Sánchez

FEBRERO...EL MES DEL AMOR 
He elegido esta fotografía porque me parece muy representativa de aquellos años, y porque creo que, a muchos de nosotros, en esa biblioteca nos comenzó a despuntar el amor.
Me lo decían en la escuela: que febrero era el mes del amor. Por eso, para mí el primer olor del amor fue a pegamento Imedio. Y a partir de ahí, cada vez que febrero llegaba, era como si lo vistiera de ese sentimiento tan especial.

Aunque con el paso del tiempo, para mí febrero también era otras cosas: carnaval y cuaresma.

Podría ser un diez de febrero de los años ochenta.
Me veo paseando por el Rabal con sus comercios llenos de luz y vida, y en cada uno de ellos sus historias personales. Y las campanas de la Iglesia tocando cada una de las horas de nuestras vidas.
Podría ser una mañana de febrero, aunque diferente, porque entonces hacía mucho frío, y posiblemente el cielo estaría encapotado por grandes nubarrones grises.
Y la gente iría de aquí para allá, felices en sus tareas diarias: el cartero con sus cartas, el panadero con el pan, la maestra con sus alumnos... y los hellineros rindiéndoles cuentas a su propio corazón. Porque...¿cuántas historias de amor silenciadas habrían?
Podría ser un día como hoy y los corazones aparecer en cada escaparate. Corazones de algodón, de cartulina y papel charol..., y al pasar por la cafetería del Rabal, escuchar la radio con la voz de Ángel Romero informando sobre las fiestas que tendrían lugar en las distintas discotecas del pueblo.
Mientras la música sonaba..., esos temas que no se parecen en nada a los de ahora, porque describían nuestras emociones y sentimientos.
Porque de todas las diferencias de ese ayer con hoy, también el amor era distinto.
Entonces el amor era auténtico, y tenía valores y buenas formas.
El amor estaba repleto de intensidad e ilusiones. Era una promesa, un sueño y cuando se acababa podíamos estar llorando varios días. El amor llevaba consigo lo mejor de cada instante.
¡Cuando vivíamos el amor era importante!
Por eso hay algo que nunca cambiará para mí. Porque nunca se resignará mi corazón. Y, es que, pase el tiempo que pase, siempre te pediré al mirarte: Llévame a bailar en Hellín. Porque no habrá sitio más bonito para celebrar el amor de siempre, en cada comercio, con cada una de sus historias personales… y especialmente en nuestros recuerdos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

Atambor XXIX Antonio del Carmen López Martí

Atambor XXIX Ya que estamos en el mercadillo medieval de Hellín, no está más de recordar que dos alcaldes de Hellín uno en 1483, Juan de Val...