Recordando a mi gran amigo.
JUANIN ANDUJAR TOMAS por Toñi Gonzalez Marin.
pasos de imagineria al retorno de la procesión de Viemnes Santo, entre el rugido indescifrable
y entrañable de cientos de tambores, mi padre me condujo hasta la Imagen venerada de
ia Virgen de los Dolores, aquella Dolorosa tan e hellinera terd señora senord de de la la pena penay y perenne esposa
o
de la amargura divin a,
Me tomó mi padre en sus brazos y me alzó para que pudiera contemplar extasiado
la belleza del rostro de aquella madre dolorida cuyo pecho atravesaba un puñal símbolo
del oprobio humano para con el Rey del Perdón
Contemple aquella hermosa faz de mujer herida por el dolor y la tristeza de la
injusticia y pude ver en sus ojos, sin embargo, el rayo de esperanza que más tarde se
concretaria el domingo siguiente en el encuentro con el Hijo Triunfador de la vida y de
la muerte. Pero también conseguí divisar en aquella límpida mirada, la dulzura de aquellos
otros ojos de Niña que anteriormente me acompañaron en un parvulario de un colegio,
y solo aquel relámpago de nítida mirada logró atemperar mi pena al contemplar el dolor
de la madre que ostentaba con todo derecho el nombre y la advocación de Virgen de los
Dolores, y concretamente de DOLOROSA DE HELLÍN y que es compendio de todas las
otras situaciones contem pladas en la Pasión de Cristo: Dolor, Amargura, Pena, Soledad,
Esperanza, Vida, etcétera
Tres días después tuve ocasión de
presenciar de nuevo de cerca aquel rostro
fascinante y mágico de la Dolorosa ya sin
puñal, y desde entonces todos los
Domingos de Resurrección me fijo
atentamente en la belleza de su mirada,
y no puedo por menos que rememorar
con añoranza la subyugante y pura
mirada de aquella compañera parvularia
a la que todos llamábamos la Niña
Maria, que es la misma MIRADA que la de
la Señora que año tras año clava sus
reconfortantes y
misericordiosos
ojos enmi,ILA
-
DOLOROSA DE
HELLÍN!
Juan Andújar Tomás
to
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