Aún no llegan los momentos,
y ya se altera mi alma.
Túnica
Una luz maravillosa
y una promesa de Hellín.
Una Madre Dolorosa
y una túnica preciosa
me enseñó mi luz de abril.
Y desperté una mañana
del amor en que nací
sintiéndome doloroso
en mi alma y mi existir
bajo tu trono precioso.
Y para subirte al Cielo
de la tristeza de tu alma
soy tu humilde costalero,
por si en esa madrugada
pudiera aliviar tu infierno.
Antonio García Felipe.
De mi obra titulada "Entre el corazón y la memoria".
Foto de Juan A. Marín, a quien pido licencia de uso.
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