Desde hace años, diferentes alcaldes han prometido mediar y financiar el grán patrimonio de la ciudad de Hellín, dándole así, reconocimiento histórico y cultural a la ciudad, además de ingresos turísticos que reportaría al comercio Hellinero. El caso es que el Castillo de Felin o Fellin del siglo XIII, ante el abandono de la localidad de Ello, una de las 7 ciudades de Tudmir (Sureste Ibérico), cobra una relevancia importante en las III Taifa de Murcia ante la Conquista de Castilla, y una vez tomada el 9 Febrero de 1243, tras negociaciones es adjudicada al Marquesado de Villena, el Infante Manuel, adelantado del Reyno de Murcia.
Creemos que las instituciones competentes para reformar y adecuar el Castillo, no posibilitan su puesta en valor, que repercutiría en beneficio de Hellín en su totalidad, desde el sentimiento de orgullo que obtendría, al socioeconómico y comercial de sus negocios. Una vez más se prioriza la subvención del hambre que Toledo se fomenta desde hace 40 años
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