A LA VIRGEN DE LA SOLEDAD por Juan López Docón
Te llaman plaza chiquita
Dulce Nombre y es verdad,
porque encierras en tu ermita
a la Virgen más bonita,
Virgen de la Soledad.
En el Calvario se sienten
los gritos de la impiedad,
y la Virgen más Divina
entre la flor y la espina
lloraba su Soledad.
Ya no alumbraba la luz,
las sombras y oscuridad;
lloraba a Cristo Jesús
la Bendita Soledad
de rodillas en la Cruz.
Se oye el viento gritar
y a la rosa más preciosa
también se siente llorar:
era la Madre de Dios,
lloraba su Soledad.
Temblaba la majestad
de quebrantado dolor,
temblaban cielos y el mar
al llorar la Soledad
que era la Madre de Dios,
y no la podían hacer callar.
Hasta la aurora lloró
entre nubes se escondía
cuando miró la crueldad;
muerto el Hijo de María
lloraba su Soledad.
Eras más bonita, Virgen,
que la nieve en el barranco,
que la rosa en el rosal,
que el lirio blanco en el campo,
Virgen de la Soledad.
Detrás del Sepulcro va
la estrella más reluciente,
sus ojos parecen fuentes
llorando su Soledad.
Afligida de dolor,
envuelta en su negro manto
y al grito de la impiedad
traspasada de quebranto
lloraba la Soledad.
Brillan luceros y estrellas
sale el sol, sale la luna,
ni es de noche ni es de día,
y hasta las sombras alumbran,
que va pasando María.
Van tus ojos derramando
puras perlas cristalinas
el pueblo se va sumando
A tus lágrimas divinas,
tú dolor se va calmando.
Eres la Madre de Dios
más bella que toas las flores
más pura que el azahar,
surgen vivos resplandores
por donde quiera que vas.
El Viernes a la oración
se desbordan los pontanos
y afluyen con devoción
hasta el Sábado de Gloria
que encierran tu procesión.
Al mando de un gran pontano
que ostenta el grado mayor
va lenta la cofradía
presa de llanto y dolor
que hacen más santa a María.
Cuando una losa cubría
de Cristo la Humanidad,
quedó en el mundo María
sin tener más compañía
que su misma Soledad.
Las lágrimas de la Virgen
iban cayendo a la tierra
Y de cada una brotaba
una rosa Y una perla.
Virgen de la Soledad!
cuando pases por mi puerta
dirigele tu mirá
que tengo a mi hijo enfermo
y Tú me lo pués curar
Qué chiquitas Son tus manos,
y cómo brillan tus galas
cuando vas con tus hermanos
y te alumbran las bengalas
que te encienden Los Romanos.
No hay quien se mueva a piedad
al verme tan afligida?
iAlmas, que pierdo la vida
al sentirme en Soledad!
Virgen de la Soledad
la del corazón partido
al ver a Jesús ya muerto
en un sepulcro sombrío.
Soy Soledad en este día,
Sola, con mi Hijo Dios muerto,
Sola en su triste agonía,
Sola, en el descendimiento,
Soledad, Madre, María.
Virgen de la Soledad
no pongas el pan tan alto,
que mis niños son chiquitos
y no llegan al canasto,
pa pegarle pellizquitos.
María subió a los Cielos
a cambiar su manto azul
por uno negro de seda
por el luto de Jesús.
Con el ala de un mosquito,
la Soledad se hizo un manto,
y le salió tan bonito
que lo estrenó el Viernes Santo
en el entierro de Cristo.
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