El tambor de Hellín en la Semana Santa del siglo XIV
( Retazos de história)................ 4 y última parte Por Juan López Docón.
Estaba ya en vigor la prohibición de que en dicho día sonasen las campanas y así mientras la procesión no volvía a la iglesia . El sonido fuerte y desapacible de unos instrumentos a manera de carracas les acompañaban y a guisa de heraldos la precedian algunos villanos haciendo sonar caracolas horadadas por un extremo.
Llegaron los mahometanos a la vista de Hellin cuando la procesión última de Semana Santa, llamada del Entierro de Cristo, se celebraba, y extranados de tal algarabia y de la profusión de lucecillas que en las calles y sobre las casas veian brillar preguntaron a un pastor ,si el motivo de aquel ruido y aquellas luces era la llegada de las huestes
que en su persecución venían-.
No voy a entrar en disquisiciones históricas sobre lo que dicho articulo afirma, ni si ese tipo de procesiones existia ya. Solamente he podido comprobar sobre una famosa carta que el propio escritor le envió al poeta local Tomás Preciado en la que entona su "mea culpa-. Por tanto, en todo caso no nombra para nada el tambor. En cambio
habla de varios instrumentos que producen fuertes sonidos como: carracas, caracolas y trompetas.Según afirmación de San Antonino en 1.399, se observa que las procesiones y actos religiosos que se realizan en este siglo son muy diferentes a las que San Vicente Ferrer va a imponer en casi todos los lugares de España. Es decir, no.tienen que ver nada con las procesiones penitenciales.provocada por las epidemias, las guerras y los bandidos.A nivel religioso, se vive en un mundo en crisis.
El papado se ve mediatizado por la monarquía francesa y es obligado a residir en Avignon durante casi todo el siglo XIV (1306-1376), a la vez que está el Cisma de Occidente que divide a la cris-
tiandad hasta el punto de llegar a existir 3 Papas.
EI clero se haya corrompido por las malas costumbres y se advierte un amplio movimiento místico en las masas aterrorizadas por la inseguridad.
Ante ésto, la lglesia intentó superar las crisis con la puesta en marcha de una reforma espiritual que llevará, a partir de 1.375, a la difusión de una religiosidad más íntima y emotiva. Ante este panorama, era dificil que la tamborada pudiese existir.
Al menos habrá que esperar la venida de San Vicente Ferrer a Hellin para advertir cambios importantes para nuestra Semana Santa, especialmente en cuanto al tambor se refiere.
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