LA "FIESTA DE LA CANDELARIA" EN HELLÍN
La Fiesta de la Purificación de María y Presentación del Niño Jesús en el templo, conocida popularmente como "La Candelaria", ha sido una de las festividades que durante varios siglos la Cofradía del Rosario ha celebrado en honor de la Santísima Virgen.
Los Estatutos de la Cofradía aprobados por el Obispado de Cartagena en 1737 señalaban: "Que en el día de la Purificación de Ntra. Sra. en el que ha sido costumbre conducir solemnemente a dicha Señora del Rosario a la parroquial de dicha Villa para celebridad de dicho día pondrán los Mayordomos la cera que ha sido estilo poner en el altar donde se coloca dicha Imagen para su mayor obsequio"
Así, nos encontramos que con motivo de esta fiesta era celebrado en el Santuario del Rosario un Novenario y una vez que finalizaba éste el 1 de febrero, la imagen de la Virgen era trasladada hasta la Iglesia Arciprestal de Ntra. Sra. de la Asunción donde tenían lugar Vísperas Solemnes.
En la madrugada del 2 de febrero se llevaba a cabo una "alborada" con repiqueteo de campanas y pólvora para anunciar la fiesta a la población, mientras que a media mañana tenía lugar una solemne Misa, con la bendición de las candelas y procesión por el interior del templo. En dicho cortejo estaban presentes los palomos o tórtolas y el "royo de la Candelaria", que posteriormente se sorteaba. Como curiosidad, este dulce costó sesenta reales en 1741.
Por la tarde, la Virgen del Rosario regresaba a su Santuario estando presentes en todos estos actos las autoridades locales, y es que hasta 1936 el municipio corría con los gastos de esta festividad, mientras que de la organización de los cultos se encargaba la Cofradía del Rosario.
Se tiene constancia que coincidiendo con esta fiesta tenían lugar conciertos de la banda municipal y bailes en los años finales del siglo XIX y ya entrado el siglo XX, así como algún encuentro de fútbol ya en la década de 1920.
Actualmente la festividad de "La Candelaria" ha quedado reducida a la celebración religiosa del 2 de febrero que tiene lugar en el Santuario del Rosario. Siguen conservándose hoy ritos propios de la fiesta como la bendición de las candelas, las cuales en otros tiempos eran conservadas durante todo el año porque se consideraba que protegían a quiénes las tenían en momentos de dificultad.
Muy característico es el atavío que la venerada imagen de nuestra Patrona luce para esta festividad. El manto de color blanco es cubierto con una mantilla blanca, mientras que la imagen del Divino Niño es ataviada con un faldón de cristianar con un gorro que cubre su cabeza. La imagen de la Virgen tampoco porta en su mano la vara de mando de la ciudad de Hellín, como es habitual siempre, sino que lleva un cirio rizado elaborado artesanalmente que es propio de esta fiesta. De ahí, el nombre de "Candelaria" que procede de candela.
También las tórtolas continúan estando presentes, las cuales son regaladas por la familia Espinosa, continuando una tradición familiar de muchos años, y adornadas por las religiosas Clarisas. Una antigua costumbre señala que el sacerdote que celebra la Eucaristía sea obsequiado con las tórtolas, siendo normal que él las regale a otras personas.
El antiguo "Rollo" fue sustituido hace ya muchos años por la tradicional "Tortada de la Candelaria", la cual fue durante muchos años elaborada por las Clarisas Franciscanas, para posteriormente pasar a ser elaborada por acreditadas confiterías de la ciudad. La tortada sigue siendo sorteada, para lo cual se venden papeletas durante las semanas anteriores.
Un rito que fue incorporado a la celebración de este día fue el de la presentación de los niños a la Santísima Virgen, algo que ha recalado fuertemente entre los hellineros, haciendo que esta festividad de siglos siga estando asentada dentro de la Cofradía del Rosario.
📕Bibliografía:
EMILIANO (1989). Fiestas de Hellín: La Candelaria. Revista Zahora, nº 10. Pp.33-34.
MORENO GARCÍA, A. (1991). La Fiesta de la Candelaria. Miscelánea Hellinense. Pp.99-100.
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