Cubillos, Calle
La calle Cubillos en el cerro Barbudo es una de las vías imposibles de Hellín y donde la verticalidad es más visible. Rampas escalonadas vencen el declive pronunciado y las peanas y acuerdos, marcan la horizontalidad necesaria para el acceso a las viviendas. Una barandilla central, sirve de báculo a los esforzados escaladores, más que transeúntes, que la frecuentan. Yo siempre me he preguntado cómo se las arreglan las personas mayores y los inválidos para conciliar su vulnerabilidad con estos accesos imposibles. Seguramente condenados a la reclusión, dadas sus limitaciones.
La calle Cubillos es parte de un abanico de calles radiales que parten de la llanada de la calle Vía y que ascienden a la cumbre del Barbudo, hasta alcanzar en este caso, la calle Unidad.
Gentes vecinas de las nubes,
Donde el vértigo es amigo del esfuerzo y la incertidumbre,
Trazados imposibles que riñen con la gravedad y la razón,
Pero que la tozudez o la osadía convirtieron en factibles,
Viales improbables que el sentido común rechazaba.
Cubillos desde lo alto se asoma al abismo
Suavizado por escalones y peanas impostoras,
Que favorecen la conquista de su cima inalcanzable
Por aquellos a los que la naturaleza no dotó con sus dones,
Esforzados que tras domeñar el cerro y su voluntad
Se recrean con el paisaje bravío y desnudo del Pino,
Que como premio –no baladí- se les ofrece.
José Martínez Olivares
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