Las fotografías con historia de hellin echas por NICOLAS MULLER
Viajamos a Hellín, a mediados de los años cincuenta del siglo XX. Estas imágenes las captó un húngaro que muy joven se trasladó a Francia, huyendo de los nazis. Al comenzar la Segunda Guerra Mundial marchó a Portugal y allí fue detenido. Consiguió la libertad y se fue a Marruecos. Gracias a la amistad con un español acabó en nuestro país y acá se asentó. Desde Madrid triunfó como uno de los fotógrafos más destacados durante la dictadura. Se llamaba Nicolás Muller.
Gran parte de su obra se conserva en el Archivo Regional de la Comunidad de Madrid. Una vez que Nicolás había fallecido en el 2000, fue su hija la que encontró un buen puñado de negativos perdidos. Un testimonio gráfico olvidado en el fondo del armario que desveló que el fotógrafo instalado en la Castellana, autor de retratos a las personalidades más reconocidas del franquismo, había seguido haciendo las “otras fotos” que con las que comenzó en su juventud. Aquellas instantáneas con las que relató las duras condiciones de vida y trabajo del campesinado húngaro.
Su espíritu documental jamás se apagó. Antes de llegar a Hellín, pasó por Tembleque, Valdepeñas, El Viso del Marqués, Villanueva de los Infantes o Campo de Criptana. Recorrió La Mancha, cámara en mano, y con la mirada atenta a un mundo de desigualdades. Las fotografías que os compartimos tienen ese alma de reportaje auténtico y humano. En la Semana Santa de Hellín supo cazar la esencia de una festividad centenaria. Los tambores, los pasos procesionales, retratos sin ficción ninguna, una ciudad que se hacía a sí misma. Un tiempo detenido para siempre.
Fotografias de Nicolás Muller
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