El día de la Cruz, simbología, orígenes y antropología.
El número 3 representa según la Biblia "totalidad", quizá porque 3 son las dimensiones del tiempo: pasado, presente y futuro. Decir 3 equivale a decir "la totalidad" o "siempre". Gn 6,10 Mt 26,34 Is 6,3. El número 3, se usa a veces para representar intensidad, énfasis o más fuerza: “Una cuerda triple no puede ser rota en dos pronto”. (Ec 4:12.) De modo que la pregunta que por tres veces Jesús formuló a Pedro, después que este le negó tres veces, denotaba intensidad o énfasis. (Mt 26:34, 75; Jn 21:15-17.)
En el Nuevo Testamento tres reyes magos siguieron una estrella, y hubo tres cofres para el Niño, más adelante Jesús, fue bautizado en nombre de tres personas (padre, hijo y espíritu santo). Y dijo que destruiría el templo y lo reconstruiría en tres días; Pedro negó tres veces a Jesús, y Él resucito al tercer día; después Pedro necesito tres veces para decirle a Jesús que creía en Él; también hubo tres cruces en el Gólgota, y Jonás permaneció tres días dentro de una ballena. Tres días estuvo ciego Pablo, tras tener una visión de Jesús. Jesús de pequeño se perdió y tres días después, fue encontrado en el templo. Cuando Jesús murió tenía 33 años. Como vemos el tres se repite de forma reiterada en la Biblia y en el Nuevo testamento. ¿Casualidad?
En la antigüedad para muchos matemáticos, el número 3 era considerado un número perfecto, ya que tenía un comienzo, un medio y un fin. Este número tiene mucha jerarquía dentro de la Numerología, y eso repercute en el hecho que es el símbolo de la expansión. Aquellos que nazcan bajo la tutela de este número, tendrán la sagacidad para lograr sus objetivos, eso se debe a que este número les adjudicará una rapidez mental ágil y que sabrán utilizarla a su conveniencia; también el número 3 tiene una gran influencia en todo lo relacionado con el arte y la música.
Según la ley judía una vez que algo haya sido hecho tres veces es considerado como permanente. Eso es llamado "Jazaká". Cuando se realiza una acción o resolución, la primera vez con éxito, se considera la suerte del principiante, al igual que la segunda vez. Es la tercera la que da jerarquía y entidad. Por eso hay párrafos y plegarias que en el judaísmo se repiten tres veces.
Por la Kabalá, sabemos que tres es el número de la paz y de la integración. El número dos representa diferencia, división - izquierda y derecha, dar frente a restringir. El tres representa la integración de uno y dos. El número TRES. Binah. Esperanza, amor, fe. El Tres representa entendimiento, la trinidad del hombre, la mujer, y la inteligencia que los une.
En la Antigüedad, el número tres era para Platón la imagen del Ser Supremo en sus tres personalidades: la Material, la Espiritual y la Intelectual; para Pitágoras el tres era el número de la creación del universo. La aritmética pitagórica conlleva tres operaciones directas: suma, multiplicación y elevación a la potencia, acompañas de las tres operaciones inversas. Sus discípulos debían de aprender tres lenguas consideradas sagradas: el sánscrito, el hebreo y el egipcio, y tres lenguas ocultas: la Cábala, la Magia y el Hermetismo. Aristóteles determina en su filosofía que la unidad del hombre contiene el número 3: Principio, Medio y Fin. Para Virgilio el tres era el número que representaba la perfección.
Dentro de la Metáfisica, existen tres mundos: el elemental, el celeste y el intelectual, y el hombre está dotado de tres potencias: la Memoria, el Entendimiento y la Voluntad, que son consideradas como las potencias del alma en sentido teológico, así como de tres factores esenciales de vida: el Cuerpo, el Alma y el Espíritu.
La naturaleza fecunda, se sostiene por tres elementos: el Agua, la Atmósfera y la Luz solar. La descomposición de la luz a través de un prisma, exhibe tres colores primarios: Rojo, Amarillo y Azul. Existen tres tipos de cuerpos en el espacio: Geométricos, Amorfos e Indefinidos, así como tres cuerpos con aristas: Pirámides, Prismas y Cubos. En el Universo existen tres referentes: la Materia, el Movimiento y el Espacio y al tiempo se le conoce como basa de medida: Pasado Presente y Futuro.
En la Mitología Griega y Romana se dividió al mundo en tres dioses: Júpiter, como dios de los cielos, Neptuno como señor del mar y Plutón, como tirano de los infiernos. También fueron trinidad las deidades egipcias: Isis, Osiris y Horus y las hindú: Vishnú, Brahma y Shiva, así como las caldeas: Anu, Nual y Bel. Odín, Vilah y Ve constituyen la trinidad escandinava, mientras que Wottam, Thor y Freya son los que componen la goda. Padre, Hijo y Espíritu Santo, constituyen la Santísima Trinidad. Limbo, Cielo e Infierno, constituyen los estados del alma tras la muerte.
Famosas son las tres Gracias de la mitología: Aglaya, la luz espiritual que ilumina la inteligencia, ayuda a la creación de toda creación artística y permite al hombre irradiar toda la felicidad. Eufrosina, el gozo del alma y la felicidad interna en lo más íntimo del hombre a la que no afectan las vicisitudes externas y Thalía la florida, que se manifiesta en toda actividad lúdica y festiva de la vida, con toda su hermosura.
Son tres las dimensiones de los signos: Sintáctica, Pragmática y Semántica, que constituyen las tres aristas del análisis Semiótico. El tres era venerado por los caballeros Templarios: tres eran las preguntas iniciáticas, tres las demandas y tres las peticiones para obtener el Pan, el Agua y la Sal. Tres eran las reglas de obediencia, realizaban tres grandes ayunos; no podían poseer más de tres caballos, ni rehuir el combate si los enemigos eran solo tres. En la Masonería, tres Maestros forman una logia, al aspirante lo proponen tres Maestros Masones y otros tres, observan su conducta y actividades privadas. A tres preguntas debe de contestar el aspirante y en tres pilares labran el progreso de la humanidad: Educación Moral, Progreso Espiritual y Cumplimiento de los Deberes. La Unidad y el Binario o Dualidad constituyen el Ternario, representado en el triángulo, que resumen la base fundamental del pensamiento iniciático. El tres está presente en todos los fundamentos de la Masonería, que sería muy prolijo enumerar.
El origen del signo de la cruz es el círculo que representa desde los tiempos remotos y en todas las culturas a la divinidad, encarnado en el sol. Los pueblos antiguos conocían el valor del círculo y su relación con las matemáticas, lo que sucedía era que en muchos pueblos, el nombre de Dios o cualquier representación estaba estrictamente vedada, por ello el cero graficado revolucionó las matemáticas y a partir de allí el pensamiento abstracto emergió con más fuerza y fue posible evolucionar en todos los campos de la ciencia. Los hebreos al igual que los pueblos de América pre-hispánica también lo conocían, solo que los hebreos no podían graficarlo, pues era lo innombrable, el Eterno Absoluto.
La representación de Dios omnipotente, omnisciente y omnipresente en todas las culturas antiguas fue el círculo, a partir de allí, un punto situado en el centro es la manifestación primigenia del universo, el primer estallido, la primera luz ubicada dentro de los dominios de Dios, el big bang. El punto luminoso se inflama, se hincha, se mueve inconstantemente hasta que se produce un estiramiento hacia los costados, llegando a dividir al círculo en dos mitades. Llegado a este momento, lo que está arriba es igual a lo que está debajo (uno de los principios del Hermetismo). Con esta representación se crea el Principio femenino universal, es lógico que en el universo existan principios femeninos y masculinos, tal como en la naturaleza vemos.
En el siguiente paso, el punto luminoso dentro del círculo, comienza a desplegarse en forma vertical, se inflama nuevamente, se extiende hacia arriba y hacia abajo, dando nacimiento al Principio Masculino universal. De esta manera, el circulo se encuentra dividido en cuatro partes, la primera división, con su línea horizontal ha quedado modificada, atravesada por la vertical, por el Principio Masculino. Ya ha dejado de ser un círculo solamente. Ahora es la Cruz Cósmica, una cruz sagrada, pues todo lo que está dentro de un círculo tiene carácter de sagrado, ya que alude a la contención de Dios.
Cuando las puntas de las líneas se separan de los límites del círculo quedando aún dentro del mismo, se retraen y se doblan, se parten a mitad de sus diámetros, de esta manera se simboliza el movimiento. Al quedar con los brazos partidos, la imagen nos muestra la cruz esvástica, con la diferencia que los brazos de la cruz no están dobladas hacia la derecha, tal como la modificó Hitler, sino hacia la izquierda, pues el movimiento es hacia la derecha, que es el movimiento de la generación, es decir de la creación. Esa cruz, con los brazos hacia la izquierda se considera benéfica, mientras que la otra, con los brazos hacia la derecha es maléfica, tiene el mismo significado que la cruz invertida.
La cruz como símbolo fuera del círculo, es representación terrenal pura, no es de Dios, es de los seres humanos. Por ello es que Jesús y otros mártires que fueron crucificados, portan el mensaje de héroes de Dios, pues al ser muertos en una cruz representan su sacrificio por la humanidad en un símbolo que sin saberlo muchos de ellos, representa a la humanidad.
El mismo origen reconocen las otras cruces más antiguas, entre ellas, la Tau, o cruz de los egipcios. Al salir la cruz del círculo, queda adherida en su parte inferior, suprimiéndose el brazo superior por la luz y se ve la cruz llamada Ankh de los egipcios. Esta cruz es anterior a la cruz de los romanos y de carácter sagrado también, pues representa la vida. Más tarde, en los primeros tiempos del cristianismo, San Antonio la adoptó como símbolo cristiano y la iglesia la reconoció como un símbolo sagrado en sus doctrinas dándola a conocer como la cruz copta.
La Cruz es la base de todos los símbolos de orientación en los diferentes niveles de existencia del hombre, el cordón umbilical jamás cortado en relación al cosmos creador, el recuerdo de nuestro origen, de nuestra esencia espiritual, de nuestra filiación a Dios.
Los mayos son una fiesta de orígenes ancestrales que se celebraba el primer domingo de Mayo (este año la festividad de la Cruz, coincide también en fecha, además de otras coincidencias que vamos a ver). Estas fiestas rituales estaban relacionadas con la primavera y el renacer de plantas y animales. Tenían un sentido totémico hacia la divinidad encarnada en la naturaleza y los árboles, pues el panteísmo de los primeros albores de la humanidad estuvo presente hasta épocas cercanas.
Los pueblos de la antigüedad en Hispania adoraban a la diosa Bona Dea, también llamada Maya, Maia o Fauna, diosa de la fertilidad en la mitología romana con la que se celebraba la llegada de la primavera. Seguramente esta tradición sufrió variaciones con la llegada de la civilización árabe a los campos de Castilla, como la manifestación en cantos o rondas a la persona amada.
La Iglesia ha ido suplantando festividades religiosas paganas, en las mismas fechas en que están se celebraban, por festividades cristianas. En este caso se han sustituido los tótems por cruces. Asimismo, en otras variantes, se identifica esta celebración con la introducción de la veneración a la Virgen María. Generalmente suelen celebrarse la noche del 30 de abril al 1 de mayo en numerosos pueblos de la península Ibérica (tanto en España como en Portugal). La maya o el mayo es un tronco o palo alto (árbol de mayo) que se alza o se alzaba en algunas regiones de Europa, en la plaza o lugar público durante el mes de mayo y donde se concentraban los jóvenes para divertirse bailando alrededor. Los jóvenes trepaban por el tronco hasta llegar a la parte superior donde debían coger una bandera o trofeo que luego de ofrecía a su dama. En Hellín yo todavía recuerdo las cucañas con los troncos enjabonados para dificultar la ascensión.
A mediados del siglo XVIII, la langosta arrasaba a la comarca de Hellín y el pueblo acudió al convento de las clarisas a invocar la ayuda de sor María de la Cruz Baeza, monja a la que se atribuían milagros. Sor María, indicó que se colocase una cruz en el cerro que había junto a la ermita del Calvario, construida por la orden masculina también franciscana. El pueblo tomó una cruz de madera que fue llevada en procesión, hasta el lugar indicado. Al día siguiente, ante el asombro general, la plaga había desaparecido. El hecho, considerado milagroso, fue recibido con repique y volteo de campanas y en acción de gracias, se edificó una ermita en el lugar, con los beneficios que habían reportado de la cosecha salvada y suscripción popular. Desde aquel día se celebraba una romería todos los años para conmemorar el hecho.
Sor María, que había fallecido en olor de santidad en 1724 y enterrada bajo el coro de las clarisas, había entregado una Virgen para ser depositada en la ermita, a la que el gracejo popular motejó como la Niña de los Milagros a la que los hellineros tuvieron gran devoción. El 3 de Mayo, fue declarado fiesta local y los primeros años de romería el pueblo celebraba el día de la Cruz en la ermita que se llamó de la Cruz de la Langosta por el hecho acaecido. Actualmente la ermita está en ruina total y quizás es debido a que tras una epidemia de cólera ocurrida en agosto de 1885, la ermita fue utilizada como lazareto para enfermos de esta nueva epidemia. La Cruz, imágenes y objetos litúrgicos fueron trasladados al Rosario para ser venerados sin peligro de contagio. Al poco de este hecho, otra devastadora plaga de langosta asoló el municipio y el pueblo atribuyó el hecho a la profanación del santuario, exigiendo la vuelta de la Cruz a la ermita. Así se hizo y las crónicas cuentan, que otra vez surtió efecto el milagro, y la langosta levantó el vuelo.
En un principio en el día de la Cruz, las gentes adineradas colocaban altares en sus domicilios, revestidos de flores y coronados por la cruz. En algunas ciudades de España los he visto en la actualidad: Granada, Puerto de la Cruz, Frigiliana…Después se tomó la costumbre de sacarlas a la calle e ir pidiendo dinero.
Las tradiciones están emparentadas con el tiempo y poco a poco, se forjó la costumbre de sacar las cruces por la mañana e irse de excursión por la tarde. Yo recuerdo en mi infancia, el mimo con que preparábamos la cruz, que como todas iba sobre un altar con cuatro andas y un pequeño calvario construido de corcho en el que pinchábamos las flores. Sacábamos la cruz en una procesión, cuyo itinerario se circunscribía a las calles de parientes y conocidos, donde se pedía “una limosna para la Santa Cruz” con lo que sacar unos cuartos para la merienda.
Al principio, como he dicho, las excursiones se dirigían al Cerro de la Langosta, pero poco a poco, se fue extendiendo a otros lugares a los que se podía acceder caminando. Con ello se accedió a lugares que en aquellos tiempos, el pueblo de natural sedentario y sin vehicular, desconocía. Las fuentes de Hellín e Isso fueron los lugares más comunes, ampliándose paro los más andarines hasta el río Mundo, Quebradas, Tedelche, Molino Falcón….Todavía recuerdo las campas, la ribera del Mundo, la maleza y los juncos, las canciones y las miradas de complicidad a las chicas, la mona con su huevo duro, las tortillas de patatas, las habicas con jamón….y el aguamiel. Con las últimas claras, el regreso con las clásicas canciones a coro por todos sabidas, entre risas y besos los más afortunados.
José Martínez Olivares
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