Fuentes que manaban rumores
Por el barboteo de los grifos acompasados,
Chismorreos, picardías, males de amores
Y de secretos en voz alta pregonados.
Y Juana, brazos en jarras lamentando
Las calumnias que la Pepica va lanzando,
Pues al igual que las flechas que salen del arco,
No se pueden recoger y hacen daño.
E hieren más que aquellos dardos,
Pues éstas siempre dan en el blanco,
Que inerme, la víctima no puede recobrar la honra,
Como el gallo, que una vez desplumado
No puede recoger lo que el viento ha dispersado.
Semillas que caen en campos muy abonados,
Y crecen sin el control de aquél que las ha sembrado,
Propiciando el fruto que el odio ha cosechado,
Sin que Juana ni nadie, pueda evitarlo.
José Martínez Olivares
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